Continuando un poco con este tema, me he parado a pensar en cómo se adaptarán los niños pequeños que sus padres cambian de residencia con mucha asiduidad. No sólo Brad y Angelina (que también), me refiero a gente normal, militares, artistas, ejecutivos que viven dos años en Berlín, dos en París, tres en Madrid, vuelven a Berlín 1 año…
Si mi hija en vacaciones, que se supone que es divertido y todo eso, al cabo de unas semanas está deseando volver a su casa, a sus rutinas, incluso al colegio, ¿cómo se adaptan estos niños que no tienen un “sitio” al que volver?
Seguramente me diréis que se adaptan bien, como la mayoría de los niños, porque es cierto que tienen una capacidad de adaptación milagrosa, de hecho, creo que es mucho mejor que la adaptación de los adultos a los cambios.
He conocido algunos niños de estos que cambian continuamente de ciudad e incluso de país y lo cierto es que lo ven como algo normal y son niños normales y corrientes.
Así que, cuando me agobio por ver cómo mi hija se pone demasiado nerviosa para mi gusto y además pide a gritos recuperar su normalidad, pienso en estos niños que se adaptan a cambios tan importantes y lo hacen con naturalidad con el cariño y comprensión de sus padres.
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