He estado revisando a fondo La Guía de Formación de Especialidades destinada a la pediatría y sus áreas específicas que es publicada por el Ministerio de Sanidad. En esta Guía se especifica la formación y asignaturas que tendrán que cursar los médicos residentes que quieren ser pediatras.
Bien, pues aunque la especialidad dura cuatro años y tiene numerosos temarios muy interesantes, no he visto por ningún lado que se estudie el funcionamiento de las mamas de las madres, para la producción de leche materna.
Únicamente hay un tema dentro de una asignatura (Estudio de la biología y patología neonatal) que trata la alimentación de un bebé sano y de bajo peso. Entiendo que en ese caso se explicará que la mejor alimentación para el recién nacido es la lactancia materna, pero no parece que profundice demasiado en el tema, teniendo en cuenta las recomendaciones habituales que suelen hacer los pediatras (dar el pecho sólo 10 minutos en cada mama, cada tres horas y no antes, etc.)
Con esto quiero decir que si algún pediatra se convierte en experto en lactancia materna (como por ejemplo Carlos González) es porque ha decidido ampliar su formación y se ha interesado por el tema. De hecho, muchas madres saben mejor cómo funciona la lactancia materna que los pediatras y en los talleres de lactancia y asociaciones donde se tratan los problemas, preocupaciones de las madres y resto de temas relacionados con la lactancia, se suelen resolver los temas con una eficacia que ya querrían muchos pediatras.
Así mismo, tampoco aparece por ninguna parte la asignatura de los aspectos médicos sobre donde duerme el bebé, con quien, como se duerme, si se duerme en brazos o con una nana o llorando…
Sí he encontrado muchas asignaturas que estudian patologías relacionadas con los bebés y niños, osea, lo lógico para un médico especialista en pediatría.
Entonces ¿por qué cuando vas a una revisión en el pediatra con tu bebé le tienes que explicar tu vida familiar íntima? Donde duerme el bebé, cómo se duerme, cuantos minutos mama, tiene rabietas, se acaba el plato, empieza por la papilla de frutas o de verdura, se la come para merendar o para cenar…. ¿al pediatra por qué le interesan esos datos? Y es más ¿por qué se cree con derecho a opinar sobre lo que le cuentas?
Quiero decir, yo cuando voy al médico porque estoy enferma o a una revisión, no me pregunta donde duermo, si para dormirme me pongo la radio, si duermo en la misma habitación que mi marido o en camas separadas, si me acabo el plato, si como rápido o despacio, si meriendo fruta…
Si un pediatra te da su opinión sobre cómo debe dormir o comer un bebé o sobre cómo educarle o gestionar sus lloros y reclamos, debemos tener muy en cuenta que se trata de eso “SU OPINIÓN” y es una opinión personal, heredada de la educación que recibió, de sus intereses personales, de sus propias experiencias, pero NUNCA refrendadas por su título en pediatría.
Muchas madres primerizas se encuentran agobiadas por las recomendaciones de sus pediatras que van en contra de sus creencias o de lo que su instinto les indica. Piensan que son los mayores expertos de los bebés, con sus batas blancas y tan serios….y son los mayores expertos, pero en enfermedades de bebés, nada más. Las mayores expertas de sus bebés, son sus madres, no tengo ninguna duda al respecto.
Los psicólogos infantiles se quejan de intrusismo porque los pediatras opinan hasta de la ropa que llevan los bebés…y la verdad es que tienen razón…aunque el tema de psicólogos infantiles da para otro post…
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