En nuestro taller de lactancia a veces dedicamos el día a otras cosas que no son necesariamente “tetas y leche”. Una veces hacemos “taller de estimulación” y llevamos juguetes en función de la temática del día (animales, colores, partes del cuerpo…), otras veces hacemos “taller musical” y ponemos música para que los bebés bailen o bien cantamos canciones y otras veces hacemos “taller de masajes de bebés”.
La semana pasada hicimos un taller de masajes de bebés y la verdad es que estuvo fenomenal. Pusimos unas toallas debajo de los bebés, les dejamos el culete al aire y les embadurnamos de aceite de almendras dulces.
El aceite de almendras dulces lo traje de mi casa porque recientemente lo había comprado en la tienda www.huelebien.com y la verdad es que fue todo un éxito, porque las piernecitas de nuestros bebés se quedaron muy suaves y las manos de las mamás masajeadoras también 😉
El efecto de los masajes es impresionante, hasta los bebés más nerviosos se dejaban tocar y se quedaban relajados. Fue una experiencia muy enriquecedora porque pudimos compartir con nuestros bebés un momento tranquilo, de conexión y de amor.
De hecho, yo misma me sentía más tranquila después de ese maravilloso taller…tenemos que repetirlo!
Son muchos los beneficios que tanto la mamá como el bebé obtienen de los masajes:
- Se establece un tipo de contacto con el bebé que le recuerda su vida en el útero materno que lo hace sentirse relajado
- Le ayudará a confiar en ti y fortalecer el vínculo afectivo
- Lo calma cuando está inquieto porque reduce
la circulación del cortisol (la hormona del estrés) en el torrente sanguíneo
- Aumenta la sensación de bienestar, estimulando las endorfinas, que mejoran el estado de ánimo de tu bebé
- Mejora las molestias que provocan los gases
- Relajará los músculos de sus brazos y piernas
- Le mejorará el estado general de la piel, ya que consigue activar las glándulas sebáceas
- Ayuda al bebé a tener mayor conciencia de su cuerpo, a sentirlo y tomar más confianza con él
- Mejora el sueño del bebé
- En bebés prematuros les ayuda con su recuperación
En 1973 la norteamericana Vimala Schenneider estaba trabajando en un orfanato de la India y vió como madres jóvenes daban masajes a sus bebés sentadas en la misma calle.
Después, una vez en Occidente, creó la técnica de masajes de bebés uniendo el método hindú, el sueco, algunas ideas de reflexología y yoga. A partir de ese momento crea la Asociación Internacional de Masaje Infantil (AIMI) cuyo propósito es: promover el masaje nutritivo y la comunicación mediante la formación, la educación, la investigación para que los padres / cuidadores y niños sean amados, valorados y respetados en la comunidad mundial.
En la actualidad hay más de 30 países que integran dicha asociación.
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