Entre mis niños y mi abuela con demencia senil

Continuamos con la sección “El viernes…la psicologa responde en Maternidad Continuum” con Mónica Serrano.

Os recuerdo que si queréis que Mónica responda alguna consulta, sólo tenéis que mandarla a maternidadcontinuum@gmail.com Para ver el post donde se dan todas las indicaciones entrad aqui.

Pregunta

Buenas,

Mil gracias por esta oportunidad. Mi “problema” está en que vivimos en el piso de mi abuela…le han diagnosticado principio de demencia senil (tiene 74 años) y se ha vuelto “mala”. Tengo dos niños, uno de 4 años y otro de 5 meses y sobre todo el mayor, sufre las malas caras, las malas situaciones, los malos momentos, las malas palabras. Está empezando a flaquear en el cole y se ha vuelto agresivo y contestón. Hablé con la doctora de mi abuela y me dice que, de momento, mientas mi abuela no haga nada malo, o se pierda, o tenga un accidente con el coche o lo que sea, pues no puede hacer nada. Quiero mudarme por le bien de mis hijos y lo siento por mi madre que es hija única y yo quería ayudarla como me ayuda ella a mi pero viendo lo que influye en mis hijos, creo que lo correcto es que me mude. Hago bien o debo quedarme? Cómo le hablo a mi hijo? Intento explicarle de la mejor manera que es una abuelita mayor pero el dice que no quiere que su abuelita le grite y le hable mal a su mamá. Estoy que no estoy con el dilema y, por supuesto, primero el bien de mis hijos.

De nuevo, mil gracias.

Respuesta

Estimada amiga. Muchas gracias por contactar con nosotras y compartir tu consulta.

El tema que planteas es una cuestión complicada. Necesitas consejo para realizar una toma de decisión importante que afecta a toda tu familia. Obviamente, la decisión has de tomarla tú, en última instancia. No obstante, te voy a comentar algunos aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión.

En primer lugar, me parece importante que diferenciemos entre lo que más está afectando a tu hijo mayor. Realmente, lo que afecta a tu hijo no es tanto las actitudes y comportamientos de su bisabuela, si no los estados emocionales que ésta provoca en ti. El niño percibe, experimenta e interpreta la realidad a la que os estáis enfrentando a través de ti, en función de cómo lo haces tú. Así, puesto que esta situación te genera a ti una gran tensión y conflicto emocional, tu hijo está experimentando, también, las emociones asociadas a la tensión y el conflicto.

Por otra parte, debes analizar hasta qué punto esta situación (y el estado emocional que conlleva) está afectando al resto de la familia. Probablemente, no sólo es tu hijo mayor el que lo está padeciendo. Tu pareja y tu bebé también se estarán viendo afectados. Es importante que hables con tu pareja, que busques en él un punto de apoyo a la hora de tomar una decisión.

En cualquier caso, decidas lo que decidas, lo que parece que tienes claro es que algo hay que modificar, que la situación no puede seguir tal y como está. Debido a la enfermedad de tu abuela, no vas a poder llegar a ningún acuerdo con ella. Esto también debes de tenerlo presente, pues el esfuerzo que supondrá el modificar la situación (sea de la manera que sea) va a ser unilateral, no puedes contar con la colaboración de la otra parte implicada (tu abuela).

Evidentemente, la situación que planteas no es la más adecuada para la crianza de los hijos, pues el ambiente de conflicto continuo no favorece el buen desarrollo de los niños, especialmente en cuanto al ámbito afectivo. Los niños aprenden, principalmente, por observación e imitación. Por lo tanto, si tu hijo está viendo conflictos aprenderá a relacionarse de esa manera. Si ve malas contestaciones, aprenderá a contestar mal. Por ello es muy importante que, te mudes o no, trates de reducir al máximo la exposición de los niños a los conflictos. Comprendo que, en tu situación, esto es muy difícil, pero es importante que lo intentes. Cuando anticipes que hay riesgo de que se produzca un conflicto, trata de alejar a los niños de la situación. También puedes tratar de evitar los conflictos en sí mismos, evitar que se produzcan si fuese posible.

En cualquier caso, tomes la decisión que tomes, ésta es reversible. Si decides quedarte, más adelante puedes decidir marchar y viceversa, si decides irte, más adelante podrás volver si es lo que quieres. Por lo tanto, puedes tomar la decisión sin angustiarte, vivenciándolo como una medida transitoria.

Espero haberte ayudado y, por su puesto, puedes contar conmigo para cualquier aclaración o profundización en el tema.

Con mucho cariño.

Mónica