Cualquier persona que haya tenido hijos lo sabe, desde el momento en que te enteras de que estás esperando un bebé el nivel de consejos no solicitados aumenta exponencialmente. Tanto, que probablemente recibes más consejos y críticas en este periodo que en toda tu vida.
Al principio los aceptas encantada, entiendes que lo hacen por tu bien e incluso intentas hacer caso…pero resulta que muchas veces se contradicen! la vecina te dice que si estás embarazada debes reposar y tu madre te dice que lo mejor es caminar todos los días al menos una hora 🙂
Poco a poco te empiezan a molestar. Recuerdo una vez que estando embarazada de mi primera hija, una vez superados varios meses de vomitar continuamente, salí a cenar con unos amigos y se me antojó una pizza con peperoni…pues justo cuando iba a dar el primer bocado a mi suculenta pizza escucho “las embarazadas no pueden comer picante para evitar la acidez” ¡ese comentario si que me dio acidez! ¡con las ganas que tenía de comer algo sin vomitar!
Pero cuando el bebé llega la situación empeora y cualquier cosa es opinable: si sales a pasear con el bebé porque deberías estar en casa calentitos, si no sales porque deberías salir para tomar el sol, si le coges en brazos porque no deberías hacerlo para que no se acostumbre, si no lo coges porque deberías cogerlo para que no llore…cuando digo cualquier cosa es cualquier cosa.
Ya sé que en un mundo perfecto todos deberíamos poder debatir sin agobiarnos, escuchar opiniones diferentes a las nuestras sin sentirnos atacados y dar nuestros motivos sin atacar pero el mundo no es perfecto…muchas críticas tienen muy mala leche y las hormonas de las mujeres puérperas pueden jugarles una mala pasada, así que lo normal es que las críticas nos sienten mal.
Por otra parte, si tenemos en cuenta que las críticas a la crianza de los hijos se podrían considerar como un tipo de violencia (aqui puedes ver por qué digo esto) es complicado gestionarlas sin que te amarguen el día, pero hay algunas cosas que se pueden hacer:
La información es poder
Normalmente cuando estás informado de un tema, sueles tener más argumentos para tomar una decisión y para defenderla posteriormente cuando recibes una crítica. Si tu decisión está basada en las modas o en lo que dice tu suegra, será más fácil hacerla tambalear.
Por ejemplo si decides dar el pecho a tu bebé y te informas bien, luego es más difícil hacerte dudar de tu capacidad para lactar o si has leído mucho sobre el colecho y decides dormir con tu bebé, será más complicado que te creas esas historias para no dormir “nunca lo sacarás de tu cama!” y demás chorradas.
Menos es más
Hay personas que critican por el placer de hacerlo, no es que lo hagan por tu bien ni con el ánimo de ayudarte. Más bien se sienten atacadas porque ellas educan de forma distinta o simplemente son personas tóxicas que les gusta hacer daño.
En este caso cuanta menos información tengan, mayor será tu nivel de tranquilidad (y esta relación es completamente proporcional).
Ejemplos prácticos:
– ¿Y cómo duerme el bebé? estupendamente, muchas gracias (aunque se haya despertado 10 veces durante la noche. Para resolver esto puedes buscar ayuda donde te quieran ayudar de verdad)
– ¿Qué tal se engancha en la teta? Muy bien gracias (aunque tengas grietas y tengas que acudir al Taller de Lactancia de tu barrio)
– ¿Es bueno el bebé? Claro, todos los bebés son buenos (porque de verdad que todos lo son)
– ¿Llora mucho? Lo normal en un bebé
– etc.
Empoderamiento
Parece que últimamente es la palabra de moda pero es que es muy importante. Cuando te sientes empoderada con tu decisión, te sientes segura y eres capaz de ser asertiva y responder “muchas gracias por tu opinión pero yo prefiero hacerlo de otra manera” o mi frase favorita en estos casos “en mi casa preferimos hacerlo así, gracias” todo cambia de color.
Cuando tienes claras tus opiniones no sientes la necesidad de defenderte porque no sientes que te estén atacando
Te das cuenta de que llevas una especie de armadura que te protege de sentirte herida por las palabras ajenas. No es que no escuches otras opiniones, nada de eso…es simplemente que no sientes la necesidad de defenderte porque no sientes que te estén atacando.
Hace falta mucho trabajo interior para llegar a eso y puede haber retrocesos…pero sin duda es el mejor estado.
Gracias por el post. Esta información SÍ que puede ser de utilidad para las mamás.
Un abrazo.
Hola Mamá Burbujita,
gracias a ti que eres un cielo!
Un besazo
Que buena entrada, Pilar!
Que pena tener que llegar a la crianza en el armario, verdad??
Pero es cierto que hay grupos y comunidades en los que somos escuchados, atendidos y respetados.
Como bien dices, la información es poder. Nosotros tenemos memorizados ( de tanto usarlos) un buen puñado de estudios científicos para cada parcela de nuestra crianza. Y no veas las caras que se les quedan cuando les sueltas la retaíla 😉 jejeje
Hola Valk,
ya me gustaría verles la cara cuando te sueltas a enumerar los estudios!! jaja
Ahora en serio, no es que tengamos que estar metidas en el armario, pero si limitar nuestra información a quien no quiere ayudarnos, sólo criticar ;P
Un besazo y mil gracias por comentar!
Jajaja, veo que todas estamos últimamente dándole vueltas a estos temas… yo hablaba hace unos días de esto en mi blog y al final mi modo de llevar estas críticas mejor es no entrar a discutir, sino dar respuestas ambiguas o en broma.
Gracias por los consejos, me han parecido muy útiles. Besos!
Hola Desastremadre,
podríamos escribir algún post en tono de humor sobre respuestas de broma!! jajaj sería divertido y casi como una catársis 🙂
Un besazo y gracias por comentar!
Yo al final he optado por no contar mucho y dejar de dar explicaciones y justificar mis decisiones y así estoy mucho más tranquila y noto que la gente se mete mucho menos… es un poco lo de crianza dentro del armario jaja, pero nos va mejor así. a veces si veo que preguntan por verdadera curiosidad o falta de información les explico pero si noto que es por juzgarme… paso. aunque a veces he pensado que era por curiosidad y al final me la he llevado doblada jaja
Hola Gala,
no sé que ganas tienen algunos de juzgar a los demás…como si ellos fueran perfectos!!
Yo tampoco doy explicaciones normalmente y cuento sólo lo que me apetece y a quien me apetece 🙂
Un besazo!
Yo ya lo estoy practicando en mi embarazo… por ejemplo, me informo mucho sobre el parto y sobre la lactancia, y no me queda más remedio porque las mujeres de mi familia han vivido justo las situaciones que yo no quiero vivir. Yo lo que hago es ir tanteando un poco el terreno, se saca el tema y en el momento en el que veo la inclinación de la otra persona, si es completamente opuesta a mis ideas, intento cambiar de tema. No estoy preparada para hacer una defensa de mis opiniones aún, pero sí para tomar mis propias decisiones sobre mi parto y mi vida, y por eso no quiero discutir. Así que de momento esa técnica me está funcionando. A ver qué tal en el futuro. Y estoy completamente de acuerdo: mientras menos información se dé, menos intrusismo de aquellas personas que no saben respetar.
Hola Raquel,
me parece genial tu postura! no es necesario discutir porque no es discutible!! es tu decisión y de nadie más. Otra cosa es que puedas tener en cuenta la opinión de otra gente…es decir tienen voz pero no voto 😉
Besos y gracias por comentar!!
yo he optado por no dar explicaciones a nadie, por ejemplo decidimos sacar d ela escuela a mi hijo mayor, en mi ciudad las clases estan por comenzar y la gente pregunta si el niño va a seguir en la misma escuela yo me limito a decir no y ya esta, no doy detalles, hace unos meses cuando decia que hariamos escuela en casa la gente me catalogaba de loca. asi que lo mejor es no dar detalles de nada y ya esta
Hola Susana,
si…cuantos menos información des, menos posibilidades tienes de que te amarguen el día jaja
Un besazo!!
Yo también he optado por no dar muchos detalles, porque si decides amamantar, portear, colechar y hacer alimentación sin papillas, es cansado estar todo el día justificándolo.
Hola Fuen,
muuuuy cansado…mucho, así que mejor no dar muchos datos 🙂
Un abrazo y gracias por comentar!
Yo bromeo irónicamente, por ejemplo:
– ¿Y hasta cuando piensas darle teta?
– Hasta que su marido se la lleve de la casa.
-Si sigue durmiendo contigo, nunca se va a independizar.
1.- Es cierto, mi mamá no me sacó de la cama y tuvo que cocinarme hasta que me fui de casa.
2.- Sí, es verdad, tengo una amiga que sacó a su hijo de cama y el chamito cocina, limpia y trabaja para mantenerse desde los dos años.
– Si la tienes siempre cargada, se va a mal acostumbrar.
– Sí, es cierto, va a adquirir esa malísima costumbre de abrazar y dar amor.
Hola Lousiana,
me encanta tu actitud!! la verdad es que el humor nos puede ayudar mucho en estos casos…lo dicho, tengo pendiente un post sobre respuestas humorísticas a las críticas de crianza 🙂
Besos y gracias por comentar!
A mi me ocurre todo eso que dices y lo que se dice en los comentarios, y a veces no doy explicaciones por esos mismos motivos, pero otras veces pienso que no debo callarme. Aunque sean personas que quieren hacer daño creo que hay que hablar y decirles que están equibocadas, aunque sigan en sus trece, creo que es necesario que se den cuenta que no tienen la verdad absoluta y que sus argumentos no tienen ninguna base. Desde luego no siempre tengo ganas de dar razones, pero en la medida de lo que puedo lo hago, porque creo que tal vez haya alguien que se convenza de que la crianza no es como le han contado. Se que es dificil hacer cambiar de opinion a algunas personas, pero por lo menos quiero que sepan que yo no pienso como ellas.
Hola Mónica,
hay que estar fuerte emocionalmente para hacer lo que tú haces, pero la verdad es que me parece perfecto! Lo que pasa es que normalmente todo el mundo piensa que "hace lo correcto" en temas de crianza…es un tema complicado.
Yo no suelo dar muchos datos pero si que hay veces que digo "que no te diga nada no quiere decir que esté de acuerdo con lo que dices", no voy a entrar a debatir si no me apetece, pero si informo de que tengo mi propia opinión y que es igual de respetable que cualquier otra.
Un besazo!