Hoy quiero hablaros de una herramienta fantástica para mejorar la comunicación en familia y conocer de una forma más profunda y precisa a nuestros hijos: el eneagrama.
Como yo no soy experta y hace poco que he conocido esta herramienta, he invitado a una experta en el tema para que nos lo explique mejor.
Ella es Christine Funfrock autora del blog Eneagrama para Padres en el que aporta información relevante sobre esta novedosa técnica y además ofrece Asesoría Personalizada para guiar a los padres que lo necesiten.
Así que, aquí os dejo con su artículo:
¿Qué es el Eneagrama?
El Eneagrama es un símbolo y un sistema de estudio de la personalidad.
Como símbolo, nos ofrece un mapa para construir un programa de desarrollo personal a medida y adaptado a las características de nuestro tipo.
Como tipología, el Eneagrama va más allá de los comportamientos exteriores y explica los mecanismos inconscientes que están en el origen de nuestras actitudes. Describe de manera precisa 9 perfiles de personalidad, con sus luces y sus sombras. Podemos explicar y predecir cuál será nuestra actitud en las distintas circunstancias (cuando nos sentimos en seguridad, cuando estamos cansados y bajo estrés…) y los diferentes contextos (personal, relaciones de amistad, familia, trabajo) de nuestra vida.
Por fin, recalquemos que ningún tipo es mejor o peor que otro, los nueve eneatipos son de igual valor y cada uno aporta una faceta única y especifica al mundo.
¿Para qué sirve el Eneagrama?
El objetivo principal es mejorarse gracias al conocimiento adquirido sobre uno mismo.
Desde mi punto de vista, los grandes beneficios para los padres son:
– Cambiar nuestra mirada sobre nuestros hijos (comprender que son seres diferentes y valorar esa diferencia para un enriquecimiento mutuo, entenderlos cuando no se comportan de acuerdo con nuestras previsiones.)
– Comprender que existen 9 tipos y por lo tanto 9 maneras de expresarse, para así adaptar nuestra comunicación, lograr una mejor comprensión mutua y prevenir posibles conflictos.
– Sacar lo mejor de nosotros mismos. Creo que es un bonito regalo que le podemos hacer a nuestros hijos, además de convertirnos en un modelo inspirador para ellos. Me gusta mucho este enfoque y creo que un cambio en nosotros mismos puede tener un impacto positivo en nuestros hijos.
Tres centros y nueve eneatipos
Se puede utilizar el Eneagrama con varios niveles de precisión.
Podemos tener una visión global sobre nosotros mismos a partir del concepto de los tres centros.
[pullquote]La idea es que todos los seres humanos disponen de tres formas de inteligencia o tres medios fundamentales de expresarse y que llamamos centro instintivo, centro emocional y centro mental[/pullquote]
La idea es que todos los seres humanos disponen de tres formas de inteligencia o tres medios fundamentales de expresarse y que llamamos centro instintivo, centro emocional y centro mental. Se utiliza la palabra centro para recalcar que cada uno de estos tres tipos de funcionamiento tiene un papel particular y unos objetivos propios:
El centro instintivo asegura nuestra supervivencia física y psicológica. Es el lugar donde albergamos nuestros valores y nuestras creencias, de ahí depende nuestra energía y nuestra motivación para actuar. Es el centro que acepta el cambio o que se resiste.
El centro emocional es el lugar de las emociones y de la afectividad. Lo usamos para conectar con los demás y adaptarnos a los otros. Se interesa por los deseos y las necesidades, nuestras y los de los demás.
El centro mental busca dar sentido a nosotros mismos y al mundo que no rodea. Para ello, utiliza el análisis y la síntesis a partir de informaciones objetivas. Es el lugar del razonamiento, de las elecciones, de las decisiones, de los planes y de los proyectos.
Lo ideal sería utilizar los tres, cada uno en las circunstancias más apropiadas.
Sin embargo, cada uno de nosotros prefiere uno de los tres centros y privilegia tanto como posible su utilización. Es ahí cuando hablamos de un desequilibrio en la personalidad. Al filtrar el mundo a través de este centro, no llegamos a ver la realidad de manera completa y limitamos nuestro potencial.
En el Eneagrama, los tipos 8, 9 y 1 prefieren el centro instintivo; los puntos 2, 3 y 4 prefieren el centro emocional; los perfiles 5, 6 y 7 prefieren el centro mental.
Esta primera aproximación es útil para entender nuestro funcionamiento y también conflictos internos. Si queremos seguir profundizando, podemos hacer un zoom para adelante hasta llegar a los 9 perfiles.
Breve descripción de los 9 eneatipos:
Los 9 tipos de personalidades, buscando evitar a toda costa “algo”, desarrollan las siguientes estrategias:
– El tipo 1 evita la ira. Busca hacer las cosas perfectamente. Como es muy critico consigo mismo y con los demás, los resultados nunca están a la altura de sus expectativas y siente una fuerte ira.
– El tipo 2 evita reconocer sus necesidades. Busca satisfacer los deseos y las necesidades (no siempre expresados) de los demás. Está siempre dispuesto a ayudar o dar un consejo. Se siente orgulloso de su capacidad para ayudar a los demás y de no necesitar ayuda alguna.
– El 3 evita el fracaso. Busca el éxito para demostrar su valor. Es enérgico, implicado, organizado y está siempre realizando por lo menos una cosa. Para conseguir el éxito, prefiere el corto plazo, evita los riesgos y espera también la contribución de los otros.
– El 4 evita la banalidad. Busca ser único y vivir emociones intensas. Muy sensibles a las criticas, se siente incomprendido y tiene miedo de no ser aceptado por los demás; está a menudo melancólico, solitario y le gusta refugiarse en su mundo imaginario.
– El 5 evita el vacío interior. Busca con ansiedad el saber y la comprensión. Piensa y habla con facilidad y de manera estructurada; sabe escuchar. Exige que uno piense por si-mismo.
– El 6 evitar desviarse. Busca respetar y quedarse dentro de las reglas y normas establecidas; se siente así en seguridad. Le gusta estar en conexión con un grupo hacia el cual se muestra leal y generoso.
– El 7 evita el sufrimiento. Busca con gula las cosas que le procura un placer inmediato. Alegre, parlanchín, optimista, le gustan los placeres de la vida. Hace planes rápidos y no muy realistas y le gusta que los demás participen en sus planes.
– El 8 evita la debilidad. Busca constantemente guardar el control y tomar el poder; pone a prueba las fronteras; no le gusta respetar las reglas establecidas; prefiere imponer sus propias ideas y sus propias reglas.
– El 9 evita los conflictos. Busca mantener la paz interior y exterior; estima que nada tiene realmente importancia. Esto le lleva a evitar las novedades, las tomas de decisión y a ser indolente.
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