Felicidades

Hoy es el cumpleaños de mi niña pequeña: Alejandra. Hoy se cumplen cuatro años desde aquel parto, en el que tuve que dar confianza a la matrona para que no me hicieran cesárea (porque la niña era muy grande).

Hoy se cumplen cuatro años desde que me convertí en mamá de dos y me sentí completa como madre.

Con mi hija mayor aprendí a remover mis cimientos, a repensar absolutamente todos los rincones de mi vida y a seguir repensándolos una y otra vez.

Con mi hija pequeña he aprendido a vivir más relajada, más empoderada y mucho más segura de mi misma. Con mi hija pequeña me han resbalado los:

  • ¿ya quiere comer pecho otra vez? A ver si no tienes leche…
  • No la cojas tanto en brazos que se va a malacostumbrar
  • ¿Y no te duele la espalda de llevarla en el fular?
  • Si la pones a dormir contigo nunca dormirá en su cama
  • Se va a atragantar si la dejas comer de todo
  • ¿Y no la llevas al cole para que socialice?
  • etc, etc…

Mi niña ha tomado teta todas las veces que ha querido y durante el tiempo que ambas hemos querido. También fue llevada en brazos durante horas mientras era bebé (y de esa forma, yo podía hacer muchísimas cosas mientras ella se sentía protegida o tomaba teta), eso no le impidió aprender a andar y querer jugar en el suelo en cuanto aprendió a hacerlo.

Es una niña inteligente, sana y segura de sí misma. Tranquila, buenísima persona, extrañamente comprensiva para su edad y empática con las personas que quiere. Es cariñosa, divertida y maravillosa.

Adora jugar con su hermana más que ninguna otra cosa. Tiene miles de cosquillas en miles de sitios y disfruta de cada momento de su vida.

Ha superado con creces todas mis expectativas y me siento muy afortunada de tener una hija como ella.

Hoy hace cuatro años que me convertí en mamá de dos y al mismo tiempo me convertí en la madre más afortunada del mundo.

¡Felicidades mi vida!