Como todos los viernes, hoy respondemos vuestras consultas en el blog en la sección Los Viernes la Psicóloga Responde en Maternidad Continuum. Hoy le toca el turno a Mónica Álvarez.
Soy Mónica Álvarez. Licenciada de psicología y especialista en terapia de pareja y familia. Diplomada en nutrición y dietética y con formación en medicina tradicional china, kinesiología y reiki.
Madre de cinco hijos, dos de los cuales regresaron tempranamente a la luz.
Dirijo la Comunidad Tu Coaching Nutricional, en la que ofrezco asesoramiento psicoterapéutico y nutricional para mamás recientes.
Además, soy Coautora de los libros “La cuna vacía, el doloroso proceso de perder un embarazo” (2009) y “Las voces olvidadas, pérdidas gestacionales tempranas” (2012). También gestiono la página Duelo Gestacional y Perinatal desde la que dirijo la 1ª Formación on line en Duelo Gestacional y Perinatal y la Academia Hazte Experta desde la que asesoro a madres que quieren emprender desde su casa.
Consulta
Hola.
Os acabo de descubrir y quiero decir que ya casi he leído todas vuestras entradas en el blog.
Antes de quedarme embarazada conocí el Continuum por un documental inglés y siempre he creído en este tipo de crianza con apego. Pero ahora me encuentro con un sinfín de dudas por el caso de mi peque, de 8 meses.
Os lo cuento y espero que me podáis echar una mano.
Antes de nada, para situaros preferiría acercaros a mi situación emocional durante el embarazo.
Durante el embarazo (y muchos años antes en la adolescencia) he tenido problemas de ansiedad; en el embarazo volvieron y se incrementaron con mucho. Comencé a ir a terapia y (adiferencia de todas las terapias anteriores, basadas únicamente en fármacos, vieron que todo se remontaba a un trauma infantil no resuelto que actualmente estoy tratando com EMDR). Mi psicólogo y mi psiquiatra me recomendaron, por el bien de mi bebé, tomar un antidepresivo ya que era mayor el riesgo que podría correr mi hija por mi estado emocional que el que correría por los fármacos.
Nuestra niña nació prematura con 7 meses y estuvo ingresada un mes en el hospital. Pesó 1700gr. Yo la ponía al pecho siempre pero era tan pequeñita que apenas succionaba y el biberón de mi leche que tenía que tomar no lo tomaba y perdía peso cada vez más y más. El pediatra me dijo que la pusiera al pecho un par de minutos pero que no podíamos permitirnos que siguiera perdiendo peso y, eso unido a que por las noches no podía estar yo para ponerla al pecho, hizo que tuviera que practicar lactancia materna diferida.
Cuando llegó a casa, empezó con lo que los médicos llaman “cólicos”, llorando 5 y 6 horas desesperadamente, pero tanto la psicomotricista que lleva a los prematuros en el hospital como mi terapeuta me explicaron que era la ansiedad y el estrés debido al hecho de haber nacido prematura y a la ansiedad vivida por mí.
Fue una etapa muy dura. Nuestra hija siempre ha dormido con nosotros y al principio, para que se sintiese segura, teníamos además que enrollarla con una muselina para simular el vientre materno y ponerle una mantita con un pesito, todo bajo indicaciones de la psicomotricista.
Uno de nosotros siempre dormíamos con ella, día y noche, para que no se sintiese sola.
Tardó en sonreír bastante y hoy en día sólo se ríe en casa y con nosotros. Cuando hay alguien extraño o cuando está fuera de su entorno, está observándolo todo pero no se muestra risueña hasta bien pasado un tiempo.
También fue diagnosticada de hipersensibilidad y tuvimos que ir exponiéndola a los estímulos poco a poco.
Poco a poco ha ido mejorando y ahora con casi 9 meses, es una niña muy feliz y muy inquieta.
Mi consulta es:
Yo, al darle el biberón, aunque sea con mi leche, ¿qué puedo hacer para intentar conseguir esa cercanía conmigo, casi como en el pecho? Es que es una espinita que tengo dentro.
Y el hecho de que yo haya vivido en mi infancia algo que me haya perturbado hace que quiera que mi hija se críe sobre una base sólida y segura desde la que poder enfrentarse a los problemas del futuro.
Y mi otra consulta es sobre el sueño:
Mi hija, al estar dormida, de repente empezaba a llorar y seguía dormida llorando y yo, con ella, abrazándola y minutos después se quedaba en silencio. Me comentaron que era debido a la ansiedad y que era algo de lo que de modo inconsciente se tenía que liberar. Pero yo no sabía qué hacer para ayudarla.
En cuanto a la comida, se despertaba cada 3 horas para comer, pero desde hace 2 meses, empieza a llorar con los ojos cerrados, sigue dormida y le ofrezco un poco de leche, se calma y vuelve a dormir. Pero esto lo hace cada media hora y no sé si ofrecerle leche para que se calme es lo que necesita. He leído acerca de los ajustes del sueño infantil y quizá sea una etapa. O si quizá seguirá siendo ansiedad.
Perdón por haberme extendido tanto en mi explicación. Es que no quería dejarme nada en el tintero
Muchas gracias por todo.
Un besito
Respuesta
Hola:
Mi más cálida enhorabuena por esa nena, tan preciosa. Y enhorabuena por esa lactancia diferida, no muchas madres eligen vivir pendientes de un sacaleches para darles a sus hijos un bien tan preciado como su propia leche, aunque tenga que ser en un biberón.
Planteas muchas cuestiones, voy a intentar ir una por una.
En general, para poder hablarte con seguridad tendría que poder conocer y ver a tu hija para conocer de primera mano cómo es y comprobar su proceso madurativo a través de observación y algún baby test.
Te leo y me da una sensación: tu hija presenta problemas comunes a muchos niños (a lo mejor alguno más especial teniendo en cuenta su prematuridad), pero, debido a tu propio tratamiento mental, es como si la vieras con “las gafas de mamá experta en cuestiones psiquiátricas”.
No te lo tomes a mal, no trato con esto de juzgarte. Pero sí que es verdad que es como si todo lo que le pasara a la nena tuviera su origen en el hecho de que tú tienes un trastorno de ansiedad originado por un trauma infantil.
No estoy para nada de acuerdo con el hecho de que los cólicos estuvieran provocados por estrés. Hoy por hoy no se sabe qué causa los cólicos en los bebés. Muchos bebés tienen cólicos.
Hay quien dice que es por gases que provoca el biberón (y te venden biberones especiales para bebés con cólicos) pero también tienen cólicos los bebés de niños de teta.
Conozco madres muy estresadas con problemas de ansiedad cuyos hijos no han tenido problemas de cólicos. O familias con varios hijos en las que unos sufrieron cólicos y otros no. No se sabe qué es lo que provocan los cólicos, y mucho menos hay estudios científicos serios que atribuyan los cólicos al estado emocional de la madre.
Me fastidia mucho este tipo de afirmaciones porque al final se trata de otra manera de culpabilizar a las pobres madres, que parece que no hacemos nada bien.
Sí que puede haber un origen en el hecho de que su sistema digestivo no estuviera suficientemente maduro y esto provocara los cólicos. Son momentos realmente malos en la vida familiar, porque no hay mucho que se pueda hacer, más que acompañar al bebé, encontrar tal vez alguna postura en la que se pueda sentir más cómoda y estar. Desde la medicina alternativa puede haber opciones que ayuden, pero se escaparía de lo que esta consulta puede abarcar.
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Envolver al bebé en una muselina para simular el vientre materno puede ser una buena solución si no hay adultos disponibles. Actualmente lo que se recomienda son los cuidados del método madre canguro: piel con piel, desnudar al bebé, dejarle con el pañal, desnudarse el adulto de cintura para arriba y colocarse con él recostados, encima del pecho, cubiertos con una manta, recogidos los dos con un fular
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Envolver al bebé en una muselina para simular el vientre materno puede ser una buena solución si no hay adultos disponibles. Actualmente lo que se recomienda son los cuidados del método madre canguro: piel con piel, desnudar al bebé, dejarle con el pañal, desnudarse el adulto de cintura para arriba y colocarse con él recostados, encima del pecho, cubiertos con una manta, recogidos los dos con un fular… Incluso con fular o mochila ergonómica se pueden estar haciendo otras cosas y a la vez tener al bebé encima que es donde mejor va a estar.
Igual que un cangurito. Incluso con este sistema piel con piel se consiguen en muchas ocasiones recuperar el reflejo de succión y lograr una relactación o al menos una lactancia mixta.
Es lo mejor para los bebés, y más para los prematuros. Pueden turnarse el papá, la mamá, la abuela, la tía… Es una pena que profesionales que trabajan con prematuros y que aconsejan a los padres no se reciclen y adopten las disposiciones más actualizadas de acuerdo con la evidencia científica. (Nota de Pilar: Ver Método Madre Canguro)
Por otro lado, los prematuros tardan mucho en mostrar expresiones faciales. Mis dos hijas mayores antes del mes de nacidas ya me miraban activamente y sonreían. Mi hijo pequeño que nació con 34 semanas tardó mucho tiempo en mostrar un comportamiento similar. Con 2 meses cumplidos todavía ni sonreían ni miraba activamente. Descubrí que esto es normal en prematuros por otra madre cuyo hijo también lo fue que estaba mucho mejor informada que yo (y que mi pediatra).
No me cuentas en qué época la diagnosticaron de hipersensibilidad, pero ésta es algo muy común en prematuros. Sus conexiones nerviosas no están completamente desarrolladas y los estímulos especialmente fuertes les molestan mucho.
Bueno, voy a lo que me consultas.
¿Cómo lograr esa cercanía que da la lactancia materna a pesar del biberón?
Pues con el piel con piel. Aunque tu bebé sea más grande podéis seguir beneficiándoos de los múltiples beneficios de esta técnica. Puedes desnudarte de cintura para arriba (mejor sin sujetador, pero también puede ser “con”), dejarle a ella con el pañal, cogerla en brazos de dejar que apoye su carita sobre tu piel, barrigas tocándose, con toda la cercanía que la piel da. A lo mejor a tu hija le llaman la atención las tetitas y quiere jugar con ellas, tal vez tenga aún algún reflejo de llevárselas a la boca… Puede jugar a darles besos…
Hay también un aparatito que se utiliza para relactar a los bebés (recuperar la lactancia materna) que es como una especie de petaca colgada hacia abajo del cuello de la madre, con unos tubitos de plástico que se sujetan para que la salida coincida con el pezón. El bebé mama, o juega a que mama, mientras la leche va saliendo de los tubitos. Yo no lo haría con el objetivo de relactar, sino más bien de estar, de disfrutar de ese rato, de relajarse… Pero a lo mejor una asesora de lactancia experta podría hasta ayudarte a iniciar una relactación. (Nota de Pilar: Ver ¿Cómo conseguir una relactatación?)
Por supuesto, que la temperatura acompañe para que no cojáis frío, o podéis también cubriros con una manta para estar más a gustito.
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El problema que tú tuvieras en tu infancia no lo va a heredar tu hija. Tu hija se va a criar con el amor, el cariño y el apego que su padre y tú le deis.
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Mira, el problema que tú tuvieras en tu infancia no lo va a heredar tu hija. Tu hija se va a criar con el amor, el cariño y el apego que su padre y tú le deis. Otra cosa es que tú tuvieras problemas para vincularte con ella. Pero si el vínculo establecido es sano, no hay ningún problema.
Sobre el sueño. No podemos saber qué pasa por su cabeza para hacer esos despertares tan llamativos. Pudiera ser que le duela algo, que tenga sueños tan vívidos que le lleven a expresar incluso la emoción… Puede que como tú digas es un cambio de fase. Tu hija lo que necesita es que estés junto a ella, colechando, para aportarle toda la seguridad que necesita, que todo bebé necesita.
Yo me quedaría con que, a pesar de todo lo que ha pasado en su corta vida, es una niña risueña, feliz, que crece junto a sus padres que la aman y le dan todo el amor y toda la seguridad que necesita.
Pienso que lo estáis haciendo fenomenal, que sois unos padres estupendos con las cosas muy claras y que las lleváis a cabo. Vuestra hija es muy afortunada de tener unos padres así.
Espero haberte respondido con claridad.
Un saludo:
Mónica Álvarez
Hola.
Soy una madre de dos niñas sanas nacidas a término, que leo asiduamente el blog. Me ha gustado especialmente la respuesta de Mónica y que señalara el sentido de culpabilidad que al parecer solemos desarrollar las mujeres, sobre todo cuando nos convertimos en madres y a veces, sin necesidad de ayuda externa (jeje).
Algunos de los comportamientos que describe la mamá de la consulta los han tenido alguna de mis hijas (despertares), a pesar de no ser prematuras. Y aunque el consuelo puede ser poco, “todo pasa”.
Espero que la mamá de la consulta pueda encontrar cerca de ella un grupo de mamás (o grupo de apoyo, de crianza, escuela de padres… el nombre no importa) porque creo que nos ayuda a normalizar las cosas que le ocurren a nuestros bebés, y a nosotros.