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Hoy es viernes así que toca publicar una nueva consulta que será respondida por una de mis colaboradoras expertas.

Las consultas se reciben por correo electrónico (maternidadcontinuum@gmail.com) y se van respondiendo por orden de llegada. Debido al volumen de preguntas que recibo, a veces tardamos bastante en responder, así que desde ya, pido disculpas por el retraso.

NOTA: si tu consulta es de sueño infantil, puedes revisar el post con las mejores consultas de sueño infantil respondidas por las expertas de Maternidad Continuum

Hoy responde la Consulta Ruth Giménez (mi querida socia en EDULACTA jeje) y así se presenta ella misma:

Ruth_Gimenez

Soy Ruth Giménez Martín, madre de tres hijos que han venido a iluminar mi vida. Además soy psicóloga, consultora certificada en lactancia materna (IBCLC), educadora de masaje infantil (IAIM_AEMI), y doula.

A raiz de mi maternidad encontré el sentido a mi carrera, la psicología perinatal, y descubrí mis pasiones, la lactancia y todo lo relacionado con el acompañamiento en la maternidad.

Co-directora del Programa de Educación en Lactancia Materna EDULACTA que es un referente absoluto en formación sobre lactancia.

Consulta

Dra. Saludos:

Me dirijo a usted con el fin de verificar si me puede ayudar con un pequeño asesoramiento, le comentó soy padre divorciado de un niño de 2 años 5 meses mi hijo pasa fines de semana con migo y días de semana con la madre.

Ella tiene una relación marital externa en la que juntos engrien mucho a mi hijo lo dan todo lo que pide y aceptan todas sus rabietas por ende esta teniendo un comportamiento inadecuado a mi parecer yo soy un poco diferente yo lo consiento claro es mi hijo y lo amo pero lo reprendo cuando  lo merece y ha tenido rebeldía hacia mi y ya no lo noto a gusto como antes cuando lo iba a ver creo que se debe a esto tengo miedo perder a mi hijo ayúdeme como puedo corregir a mi  hijo  sin perderlo.

Mil gracias por su tiempo.

Respuesta

Lo primero gracias por la consulta, porque seguro que muchas familias puede que se encuentren en una situación similar y seguro que les resultará muy útil.

Es una situación delicada la que estáis viviendo los tres, y ante todo es importante que os deis tiempo y os permitáis el poder acoplaros a ella, sobre todo porque vuestro hijo es muy pequeño y adaptarse a esta situación es complicado.

Por eso es importante que en estos momentos podáis acompañarlo sin perder de vista el momento que estáis viviendo.

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las rabietas en niños de esta edad es un comportamiento totalmente normal, incluso adaptativo.

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Centrándonos en el tema, las rabietas en niños de esta edad es un comportamiento totalmente normal, incluso adaptativo.

Ellos no están todavía capacitados para tolerar la frustración, no saben expresar con totalidad lo que les ocurre, o lo que quieren y como los niños de esta edad son pura emoción, cuando se enrabietan es a lo grande. 

Sé que es fácil decirlo y difícil llevarlo a la práctica, pero en estos momentos lo más importante es la comprensión y el acompañamiento. Una rabieta no es muy diferente a un enfado de un adulto, que muchas veces es por un motivo también muy banal. La clave es saber que lo que es importante para uno, puede que para otro no lo sea, así que hay que respetar los motivos y no ridiculizarlos. 

Para anticiparnos a estos episodios tenemos que valorar hasta qué punto lo que quiere el niño es inviable, porque a veces nos empeñamos en cosas que no son tan importantes y que realmente les podemos permitir sin mayor problema.

Si realmente lo que pretenden no lo consideramos conveniente en ese momento, la premisa fundamental es reconocer la emoción del niño, diciéndole que sabemos que está enfadado, pero que en este momento lo que quiere no es posible y que lo entendemos (esto acompañado de una explicación de porqué no puede ser).

[pullquote]la premisa fundamental es reconocer la emoción del niño, diciéndole que sabemos que está enfadado, pero que en este momento lo que quiere no es posible y que lo entendemos[/pullquote]

No pueden ser explicaciones largas porque por su edad no las entenderían y porque el estado en el que están seguramente no les permite atender a nada más, pero sí que les acompañamos.

Con esto quiero decir que muchas veces se aconseja dejarlos solos, o reprenderles por el comportamiento, sin embargo esto lo que favorece es que se sientan aún peor, incluso que aprendan a reaccionar con enfado ante cualquier situación puesto que los padres somos su mayor referente.

Cuando el episodio es muy intenso puede que no atiendan a nada, incluso que no toleren el contacto físico. En estos momentos puede que lo mejor sea estar a su lado para que sepan que estamos ahí, cambiar de escenario, o tratar de distraerlos con algo que les haga salir de ese estado. Todo esto sin reprenderlos porque son episodios de desorganización emocional que les cuesta mucho controlar y luego seguramente no recordarán nada.

Para ponernos en situación, podemos imaginar cómo nos sentiríamos si en un enfado nuestro como adultos (con nuestra pareja por ejemplo), esta se fuera a la habitación de al lado y nos dijera que cuando se nos pase ya nos hará caso, o que nos dejaran solos mientras lloramos, o nos riñeran por estar así…no nos gustaría…nada…verdad???

Anticipar estos episodios puede resultar útil, si sabemos detectar en qué situaciones se desencadenan, ofreciendo varias opciones para que ellos elijan etc.

Y acompañar la post rabieta consiste en simplemente abrazarlos para ofrecer contención (fundamental en estos momentos de desorganización) y muy importante, preguntarles si están bien.

Y sobre todo tener presente que son períodos adaptativos, importantes para su desarrollo.

Que la forma en que se manejen es importante porque en función de esto ellos van formando un patrón…y que es una etapa pasajera de la que ellos y nosotros como padres podemos aprender mucho.

Ruth Giménez Martín.