Cuando tuve a mi hija mayor yo trabajaba por cuenta ajena en una empresa, y aunque en teoría tenía buen horario, en esos momentos me hubiera encantado trabajar desde casa, pero eso no se contemplaba como una posibilidad.

Con el tiempo, cada vez más empresas ofrecen la posibilidad del teletrabo para sus empleados y muchas madres que han decidido emprender tras su maternidad, han decidido trabajar desde casa.

Vamos que ya no es tan raro eso de trabajar desde tu propia casa.

Hace ya varios años que tengo mi emprendimiento online y trabajo desde casa, así que te voy a compartir mis mejores consejos para conseguir organizarme, sacar el trabajo adelante y al mismo tiempo, no descuidar a mi familia. Además, he ampliado con muchas ideas que me han dado en Facebook 😉

Intentar cumplir un horario para no trabajar 35 horas al día

Lo que pasa muchas veces cuando trabajas desde casa y eres madre es que, como el ordenador está ahí mismo, como trabajas en los ratos que puedes y como siempre tienes tareas pendientes, acabas trabajando demasiadas horas todos los días.

Puede que te parezca que no porque a veces no te cunde te da la impresión de que tu lista de pendientes no para de crecer, pero no es así. Generalmente, las personas que trabajan en casa echan más horas que los relojes y a veces es necesario (cuando estás empezando o en un lanzamiento especial), pero no se debe convertir en tu rutina.

Hay madres que prefieren levantarse muy temprano para sacar unas horas de trabajo antes de que sus hijos se levanten y otras prefieren trasnochar mientras los niños duermen.

El tema es hacer una cosa o la otra, no puedes levantarte a las 5 de la mañana y luego acostarte a la 1. Vale que las madres tenemos superpoderes, pero no tanto.

Ser flexible como un junco 😉

La flexibilidad es tu mayor ventaja al trabajar desde casa: no necesitas coger el coche ni perder tiempo en atascos, no dependes de un horario concreto, incluso puedes trabajar desde la playa si lo deseas.

Pero al mismo tiempo debes asumir que te van a interrumpir 50 veces cada hora: bebé que llora, niño que quiere jugar, niña que quiere caca, luego quiere teta, luego tiene sed o hambre, etc.

Hay que aprender a trabajar siendo flexible, asumir que va a ser muy poco probable que consigas trabajar tres horas seguidas y aprender a concentrarte en el caos: niños jugando a tu lado o mesa del despacho llena de dibujos y juguetes.

En cualquier caso hay cosas que pueden ayudarte con esto:

  • Una buena organización ayuda mucho
  • Si tienes bebés puedes aprovechar mientras duermen para trabajar y/o portearlos para que estén contigo mientras trabajas
  • Si son más mayorcitos puedes hablar con ellos para explicar que cuando mamá coge el ordenador es porque está trabajando
  • Hay mamás que tienen un cartelito que ponen cuando están trabajando para que los niños respeten ese momento
  • Trabajar usando la técnica del pomodoro es muy efectiva para ti y no se hace larga para ellos (son capaces de esperar XX minutos si saben que vas a descansar y estar un rato con ellos en seguida)
  • Mientras son muy pequeños yo prefiero trabajar en el salón para compartir más tiempo y espacio con los niños, pero cuando ya van creciendo es mejor tener un despacho o una mesa de trabajo sólo para mamá

Pide ayuda

El complejo de superwoman es mejor que lo dejemos a un lado.

Cuidar de un bebé YA es un trabajo en sí mismo, así que si además tienes que trabajar, no puedes ni debes encargarte del resto de tareas:

  • El reparto de tareas es fundamental aquí, no puedes hacerlo todo tú
  • Si puedes tener ayuda en la casa, aunque sea un par de días a la semana, aligera mucho la carga
  • Pide ayuda a abuelos, amigas, gente dispuesta a colaborar ¡no te cortes!
  • Habla con la familia y explica que cuando estás en casa estás trabajando: porque hay cierta tendencia a encargarte todos los recados (porque no tienes nada que hacer)
  • No pongas lavadoras mientras estás trabajando 😉
  • Pide ayuda también en lo laboral, no es necesario que lo hagas todo tú: asistente personal, diseño, responder correos, etc.

Expectativas realistas

No tengas una lista interminable de tareas y no creas que la vas a terminar en un día con un niño de dos años correteando a tu alrededor. Es mejor asumir que puedes hacer menos cosas y dejar un par de días de margen para los imprevistos cuando tienes un proyecto que entregar.

Esto es algo que me pasa muchas veces a mi, creo que voy a poder terminar 50 cosas en dos horas porque son cosas pequeñitas, que no ocupan mucho tiempo…pero son cincuenta cosas pequeñitas así que no las termino y me frustro.

Como ves la varita mágica no existe y siempre hay margen de mejora

Autocuidado

No te olvides de ti misma.

Reserva huecos para ti, date una ducha caliente, sal a dar un paseo, duerme una siesta…¡lo que te apetezca! pero no te dejes en el último lugar porque además todo lo demás se resentirá también.

Cuando trabajamos en casa pasa que o estamos con los niños o estamos trabajando, no hay término medio. Y eso está bien, pero de vez en cuando necesitamos parar y conectar con nosotras mismas para poder seguir.

¿Qué te han parecido mis consejos? ¿crees que he olvidado alguno fundamental? Te lo en los comentario 😉