Hoy te traigo una entrevista muy interesante sobre los famosos límites en los niños y la crianza respetuosa.
Ellas son Maca Millán y Gloria Miravalls, expertas en educación y crianza respuetuosa y creadoras del proyecto Transformando la educación.
El próximo sábado 26 de octubre a las 11:00 h de Madrid, van a ofrecer un taller en directo de dos horas de duración sobre límites respetuosos. Va a ser un taller muy práctico en el que las asistentes van a poder preguntar todas las dudas que tengan además de conocer cómo poner límites sin gritos, sin chantajes y sin castigos, entender las necesidades de nuestras hijas e hijos, por qué actúan como actúan y comprender tanto sus reacciones como las nuestras para poder establecer esos límites de seguridad y convivencia con seguridad y empatía.
Además, este Taller viene con 4 bonos muy potentes:
- 2 ebook: Resuelve los conflictos jugando y Límites entre hermanos
- 1 imprimible: 10 juegos para conseguir que te escuchen
- 6 meses en la Comunidad Mimar, Jugar, Hablar
Y todo ello por un precio de promoción por ser la primera edición de 37€ hasta el día 20 de este mes. Luego subirá a su precio real de 47€.
Enlace para apuntarse al taller: http://bit.ly/33uUrPo
Cuéntanos en qué consiste el proyecto y quiénes formáis parte de él
Hola Pilar. Muchas gracias por entrevistarnos en tu blog.
Maca Millán y Gloria Miravalls, somos las dos personas que estamos detrás de este proyecto: Transformando la educación.
Ambas teníamos proyectos por separado y hacíamos colaboraciones juntas hasta que recientemente, nos dimos cuenta que teníamos tanto en común, ¡que decidimos juntarnos! Estamos muy ilusionadas con esta nueva andadura juntas con la que deseamos llegar a más madres, padres y educadores.
La educación y la crianza respetuosa son nuestra gran pasión. Somos conscientes de las consecuencias de una crianza y una educación conductistas basadas en gritos, chantajes y castigos. Por eso decidimos unir fuerzas y compartir toda nuestra experiencia y formación para ayudar a otras familias que también saben que ese no es el camino. Las familias a las que ayudamos quieren criar de otra manera, más respetuosa y amable y, por desgracia, es algo que nadie nos enseña.
La teoría está muy bien, todos hemos leído libros de crianza y educación pero a la hora de la verdad la educación recibida y la falta de un modelo al que tener como referente hace que recurramos a patrones aprendidos que salen inconscientemente.
Nosotras hacemos de puente entre la teoría y la práctica, en cierta manera. Así logramos que otras madres y familias puedan adquirir los conocimientos necesarios para entender a sus hijos e hijas, saber lo que necesitan para desarrollar una relaciones emocionalmente sanas y poder experimentar cambios reales en su día a día. Pero además, creemos que el apoyo emocional y hacer tribu con otras personas que nos comprenden y que no nos juzgan es una parte esencial para poder progresar y no dejar que las dudas e inseguridades que infunde el entorno, o los días malos, nos paralicen. No se trata de alcanzar la perfección, por supuesto, sino de centrarnos en los avances.
Sabemos de primera mano que esto de la crianza es una carrera de fondo donde no hay fórmulas mágicas, sino mucho trabajo personal. Nuestra misión consiste en ofrecer el apoyo y los recursos necesarios para que puedas ser, lo más posible, la madre o el padre que deseas ser.
Maca Millán. Soy mamá de dos niños de 6 años y 22 meses, Dani y Oliver. Trabajé más de diez años como Educadora Infantil, Childminder y Monitora de extraescolares. Al poco tiempo de nacer mi hijo Dani, en 2013, me di cuenta de lo poco extendida que estaba mi visión de la educación, al observar a mi alrededor como eran tratados otros niños y niñas, y la incomprensión que despertaba mi manera de educar a mi hijo. No solo por la teta y el colecho, sino por mi manera calmada y empática de corregir o poner límites a ese pequeño bebé que apenas empezaba a explorar el mundo, por atenderlo cuando lloraba, cuando se caía… Así es como empecé mi primer blog, mimar jugar hablar (actualmente cerrado) en el que pretendía, simplemente, promover y divulgar una nueva manera de entender el desarrollo y las necesidades infantiles. También intentaba ayudar resolviendo dudas desde diferentes grupos de crianza de Facebook, o allí donde podía, la verdad. Con el tiempo llegaron las consultas, la curiosidad y el interés de otras madres por lo que yo hacía, lo que me animó en 2016 a desarrollar mi profesión como Asesora de Crianza Respetuosa.
Gloria Miravalls, soy madre de dos hijos, un niño de 7 años y una niña de 4 y mi vivencia es similar al proceso que vivió Maca. Al convertirme en madre por primera vez sentí la necesidad abrumadora de cuidar y proteger a mi hijo, sentimiento que se reafirmó con mi segunda hija. Comencé a escucharme, a empoderarme y a hacer caso omiso de consejos bienintencionados pero dañinos para el bienestar emocional de mis hijos. Así es como empecé a formarme y a vivir a través de la educación respetuosa centrándome en ser la mejor versión de mí misma para mis hijos como madre, y poco a poco, empecé a compartirlo en talleres presenciales con otras familias hasta que dí el salto online y nos encontramos Maca y yo.
¿Crees que es posible poner límites de manera respetuosa? Toda la vida los padres han gritado a sus hijos y aquí estamos…
Poner límites de manera respetuosa es posible, por supuesto. Para conseguirlo debemos, eso sí, proponérnoslo firmemente, tener muy claras las razones por las que lo hacemos así y los beneficios que tu familia va a obtener al elegir esta manera de educar.
Es cierto que el camino no es fácil.
Vas a errar y eso está bien porque somos humanos y así es como aprendemos. Cuando te equivoques, no tengas miedo de reparar el error: explica lo que ha sucedido y discúlpate sinceramente. Eso también nos hace crecer como personas y como familia. Nuestros hijos e hijas han de saber que somos humanos y lo realmente importante, es convertir el error en aprendizaje y crecimiento para las próximas veces.
Es cierto que toda la vida se ha gritado y aquí estamos: una sociedad que a la mínima que nos sentimos ofendidos nos falta tiempo para tocar el pito del coche, encararnos con el vecino o gritar al del al lado que nos está molestando. Vivimos en una sociedad quisquillosa con baja tolerancia al error ajeno y que respeta poco a los demás. Se alardea mucho de los derechos y libertades, pero los de uno mismo. Los de los demás, si acaso, los dejamos para luego.
El grito lo llevamos muy interiorizado, precisamente, porque hemos crecido con él y lo tenemos normalizado. Por eso no somos conscientes del daño que hace.
Si queréis podéis hacer una prueba: Intentad recordad si tenéis niños alrededor y se os ha escapado un grito para dirigiros al niño, la cara de miedo, confusión y como su cuerpo se para y se pone tenso. Estas señales nos indican que el grito no es la forma más adecuada y respetuosa de comunicarse. Además, daña la relación porque genera miedo e inseguridad en los niños. También produce una sensación de indefensión porque no sabe en qué momento se va a volver a repetir el grito.
Gritar en medio del campo o con un cojín en la cara para desahogarse es sano, relaja y descarga tensiones. Pero gritarle a otra persona está muy feo y no demuestra respeto. Además, anula toda la razón o autoridad que pudieras tener, porque para defender una idea no es necesario alzar la voz.
¿Crianza respetuosa o con apego significa dejar a los niños hacer lo que quieran?
Hay muchísima confusión con respecto a la crianza respetuosa y la crianza con apego. Este tipo de de crianza promueve, precisamente, estar cerca y pendiente de los peques, establecer los límites necesarios para su seguridad y convivencia, el respeto a sí mismos y a los demás.
Eso no es dejarles hacer lo que les dé la gana. Lo que ocurre, en nuestra opinión, es que estamos tan acostumbrados a relacionar la expresión “buena educación” con una disciplina férrea y el autoritarismo donde se hace <<lo que yo digo y punto>>, que todo lo que no toque ese extremo, creemos que es permisividad total.
Por desgracia, mucha gente aún desconoce que además del autoritarismo y la permisividad excesiva y mal entendida, hay otra vía: la crianza respetuosa.
Tratar a nuestras niñas y niños con el máximo cariño posible, mimarlos, acompañar sus procesos de desarrollo y aprendizaje, ser firmes cuando hay que serlo, mostrar enfado si así lo sentimos pero de formas saludables que no dañen, compartir muchos pequeños y grandes momentos, llorar, reír juntos, aceptar al otro tal y como es en esencia, demostrar nuestro amor cuando más lo necesitan (que suele ser cuando peor comportamiento están teniendo), dar las explicaciones que necesiten adaptadas a su comprensión, aceptar sus emociones y validarlas y practicar una escucha activa y aceptante, todo eso, es para mí la crianza respetuosa y con apego, y es lo que queremos difundir a través de nuestro proyecto. Porque es un camino difícil para hacerlo sola.
Vas a contracorriente de la sociedad, aunque esta manera de criar es la más natural e instintiva que existe.
Muchas gracias por dejarnos este espacio para contar un poquito más sobre nosotras.
Deja tu comentario