La lactancia materna ofrece protección directa contra el cáncer de mama, aunque parece que este dato no se conoce mucho.
Según este artículo de El país “de 100.000 gestaciones, se dan 15 casos de mujeres que son diagnosticadas en el mismo momento de cáncer de mama, y que de cada 100.000 gestaciones, 10 padecen casos de otro tipo de tumor maligno. “ No es lo común pero sucede.
¿Que se debe de hacer en el caso de un diagnóstico de cáncer si se está amamantando?
Seguir amamantando o no en esta situación es una decisión personal y decida lo que decida la madre va a necesitar muchísimo apoyo emocional así como acompañamiento y consejería especializada.
Cada caso es diferente según el tipo de cáncer, su localización y que tratamiento se necesite, se requiere del trabajo coordinado de evaluación y acompañamiento profesional en oncología y una consultora internacional de lactancia certificada (IBCLC).
Generalmente, los tratamientos a los que se debe someter la madre hacen incompatible continuar con la lactancia materna, por tanto, esta madre necesitará también acompañamiento en su destete.
Los agentes antineoplásicos tienen diferentes factores de riesgo y es conveniente consultar en cada caso para poder tomar las decisiones pertinentes.
La radioterapia de haz externo es segura y se puede mantener la lactancia, pero si hablamos de radioterapia interna, la cosa cambia.
Cada caso se debe evaluar de forma individual y buscar el tratamiento más efectivo y que permita conservar en la medida que sea posible la lactancia en caso de que la madre decida continuar amamantando.
Muchas veces después del tratamiento o tras siguientes embarazos, se puede lograr la lactancia con el pecho sano.
En el caso del pecho afectado se puede lograr una producción, siempre que no haya tenido lugar una mastectomía, ya que a falta de tejido mamario se hace imposible la lactancia.
Más que nada es importante que la lactancia no sea un motivo adicional de angustia, ni se tengan sentimientos de culpabilidad por haber tenido que interrumpir la lactancia.
El bienestar emocional de la mamá es muy importante, que tenga el apoyo de su pareja en caso de haberla, de la familia, y de los profesionales sanitarios que la atiendan en las diversas especialidades.
Tanto para continuar la lactancia de la forma más segura para la diada mamá-bebé, como para un destete lo menos traumático para ambos es muy importante el acompañamiento de una asesora certificada y sensibilizada con la situación particular de un caso de este tipo.
Te invito a compartir esta información con otras mujeres de tu entorno.
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