Cuando yo iba al colegio pensaba que hacer deberes era lo normal y lo que se debía hacer porque todo el mundo tenía que hacerlos ¿como todos no?
Así crecí creyendo muchas cosas que se decían sobre los deberes: que sirven para afianzar el trabajo del colegio, que te ayudan a ser más responsable, que te facilitan el ser más organizado, etc.
Con el tiempo, al igual que en muchísimos otros temas (sueño infantil, rabietas, crianza en general) mi opinión ha ido cambiando con respecto a los deberes y ahora lo tengo claro.
No me gustan los deberes.
No me gustan sobretodo los deberes que se suelen mandar en casi todos los colegios: fichas aburridas, repetitivas, una lista interminable de operaciones matemáticas, etc.
Tengo muchos motivos pero básicamente son estos:
- Me molesta que el colegio quiera decidir lo que hacemos en nuestro tiempo familiar
- Considero que no sirven para afianzar nada sino para “coger manía” a aprender cosas por el aburrimiento
- Crean problemas familiares
- Crean desigualdad en los niños que no tiene ayuda de su familia para hacerlos
- Desmotivan en el aprendizaje
- Quitan tiempo de ocio y de extraescolares que nos divierten y complementan las asignaturas del colegio
- Generan ansiedad y estrés en nuestros hijos a edades demasiado tempranas
- Fomentan el sedentarismo
Parece que los organismos oficiales cada vez más pensando más como yo porque existe un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 2015 que habla del papel de los deberes escolares en la formación académica y explica que contribuyen a ampliar las diferencias entre alumnos según su nivel socioeconómico y que España es uno de los países con más tareas: los alumnos hacen 6,5 horas de ejercicios a la semana, frente a 4,9 de media en los demás países.
Además, la Organización Mundial de la Salud publicó un informe en 2016 que indica que “los niños españoles se sienten presionados por los deberes”. Afirman encontrarse en esta situación el 25% de las alumnas de 11 años y el 34% de los alumnos de esta misma edad. A los 15 años el porcentaje sube hasta el 70% en las chicas y el 60% en los chicos.
En mi opinión los deberes no son en absoluto necesarios para aprender porque de hecho suelen ser contraproducentes.
Por su parte, Gloria Miravalls, maestra y creadora del curso Montessori en familia afirma “Los deberes escolares son un sobreesfuerzo que realmente no sirven para nada si el objetivo es motivar a los niños en el aprendizaje, de hecho, el efecto que producen son precisamente el contrario. Consiguen niños cansados, molestos, frustrados, malhumorados, irritados, desmotivados por todo lo que tenga que ver con aprender y somos los padres los que debemos lidiar con esta tarea de desmotivación por aprender”.
Uno de los motivos que se da para poner deberes es que algunos niños necesitan refuerzo en algunas materias, a este respecto Laia Simón, maestra y organizadora del reto gratuito en facebook “Aprende a utilizar un lenguaje positivo con tu hijo” opina “En primer lugar, los niños que no necesitan refuerzo también tienen deberes, puesto que son actividades que se plantean de forma homogénea a toda una clase y, por lo tanto, suelen repetir contenidos que ya saben. En segundo lugar, los niños que “sí necesitan” (y lo pongo entre comillas expresamente”) no suelen ser autónomos haciendo esas tareas. En numerosas ocasiones, los deberes suelen terminar en discusiones con la madre o el padre que acompaña puesto que estas criaturas requieren de explicaciones y tiempo para realizarlas.”
De manera que los padres terminan ejerciendo de profesores ayudando a sus hijos y explicándoles cosas, con el consiguiente malestar y la desigualdad que esto crea entre familias.
Sin embargo, la mayoría de los colegios y de los maestros los siguen mandando y defendiendo.
Laia Simón tiene claro el motivo “Como maestra he visto que, en muchas ocasiones, los profesionales no se cuestionan hacer lo contrario. Es algo que se repite, sin más. Además, si la escuela tiene establecido poner “X” deberes a partir de determinado curso, implicaría enfrentarse a esas directrices”
La mayoría de familias tragan “con lo que toca” pero de vez en cuando recibo mensajes de madres que no quieren pasar por el aro y no quieren pasar las tardes en familia haciendo deberes con sus hijos.
En esos casos la opción más fácil sería buscar y encontrar un colegio en el que no se pongan deberes, pero esto no es tan sencillo porque a veces las familias tienen pocos colegios cerca de su domicilio o no pueden acceder a colegios privados con pedagogías activas y diferentes sin deberes.
El consejo de Gloria Miravalls para las familias que no quieren hacer deberes es “Lo ideal sería solucionarlo hablando con el maestro y con el centro escolar, explicándoles nuestros motivos y con eso debería bastar, pero si el tema de los deberes está muy enquistado en el equipo educativo siento decirte que vas a tener que recurrir a los escritos, hablar con otros padres que están en tu misma situación y entre todos hacer piña para ser más fuertes en vuestro propósito. El AMPA es otro gran aliado, pues es la fuerza común de los padres para luchar contra lo que no estéis de acuerdo en vuestro colegio.”
Y si todo esto no te parece suficiente, que sepas que los deberes en la etapa de primaria por el momento son ILEGALES en España y puedes ver toda la legalidad correspondiente en este completo post del blog Ros Abogados.
Así que una familia, si lo desea, podría negarse a hacer los deberes, porque está en su perfecto derecho.
En algunos colegios, se indica en el proyecto Educativo del centro que los deberes para casa suponen un porcentaje de la nota final de la asignatura y esto, aunque se puede negociar (porque según la ley, la evaluación no puede hacerse con trabajos en los que no se puede asegurar que los ha hecho el alumno sin ayuda), también se puede asumir la consecuencia: que nuestro hijo tendrá un % menor en la nota a cambio de no hacer los deberes.
Lo cierto es que las notas en la etapa primaria no sirven para nada por lo que si lo pensamos, no son importantes.
Pero, según la abogada Belén Ros, creadora del blog Ros Abogados “En caso de que no se regulen los deberes en el Proyecto Educativo de Centro, los mismos continuarán rigiéndose por la anterior normativa, esto es, seguirán siendo ilegales, salvo que la Comunidad Autónoma en la que vivís haya dictado alguna normativa al respecto, regulando la práctica, obligatoriedad o ilegalidad de los deberes en vuestra Comunidad.”
Así que ahí creo que cada familia debe tomar sus propias decisiones.
Desde aquí recomiendo a todos los padres interesados en este tema, el libro “El mito de los deberes”, de Alfie Kohn, publicado en 2013 por la Editorial Kaleida.
¿Tus hijos tienen muchos deberes? ¿te parece bien que le pongan deberes? ¿los hacéis? te leo en comentarios.
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