El otro día nos estábamos acordando de cómo vivíamos la Navidad antes de ser madres y al darnos cuenta de cómo lo vivimos ahora, nos daba la risa floja.
No es mejor ni peor, pero es TOTALMENTE diferente.
Para ilustrarlo todo de manera más sencilla en este post voy a usar los famosos GIF ¿te parece bien?
Decorar la casa antes y después de ser madre
Recuerdo mis primeros años viviendo con mi marido (sin niños), lo bonito que nos quedaba el árbol y la decoración de la casa, todo colocado en su sitio y aguantando hasta después de Reyes sin tocar:
Y lo decorábamos en un momento, porque sin interrupciones y teniendo las cosas claras no se tarda nada:
Pero después de ser madre, poner el árbol puede ser una aventura emocionante como ocurrió el año pasado que mi hija pequeña y mi marido pusieron las luces del árbol de manera que parecía que lo había secuestrado 😉
Y puede pasar cualquier cosa (sobretodo con gatos):
La cena/comida de Navidad
Aparte de que la decoración de la mesa corre menos peligro cuando no hay niños, en la elección de los platos sabes que puedes escoger cosas originales y que no vas a tener problemas:
Pero cuando hay niños (al menos en mi casa) ocurre esto: “no me gusta el aperitivo”, “¿no puedo comer tortilla?”, “el pescado tiene espinas”…y vivirían a base de sopa y turrón.
Nochevieja
Antes e tener hijas mis nocheviejas se parecían a esto:
Y después pasaron a fiestas caseras como esta:
Y pueden terminar así:
Ilusión
Antes de ser madre adoraba la Navidad, porque yo siempre he dicho que era como una niña pequeña:
Pero os puedo decir que nada que ver con vivir la Navidad desde los ojos de los niños.
La ilusión cuando llega diciembre y se va acercando la fecha:
Cuando se encienden las luces navideñas:
Los villancicos:
Los regalos:
Ahora nos ponemos jerseys navideños:
Y tenemos excusa para comportarnos como niños 😉
Así que la verdad es que no lo cambio…me quedo con mi Navidad siendo madre.
¡Feliz Navidad!
Yo también me quedo con mis navidades de ahora!! La verdad es que en mi familia, son un poco tristes, y no me gustaba nada la Navidad. Nunca se hacía nada especial, era un rollo, ni había ilusión por los regalos porque no se daban en los días que tocan, y no sé, pero el caso es que magia no había… Lo único especial era comer con mis tías, pero luego mi madre se dejó de hablar con sus dos hermanas, así que ya ni eso, fue duro para mí.
Ahora tengo una niña de dos años y medio y estoy como loca! Ya le he comprado los regalos de reyes y papá noel (aprovechando el black friday), he disfrutado mucho mirando desde semanas antes y eligiendo las cositas, para que cuando llegue el día, estén los regalos ahí y ver su cara de sorpresa. Estoy muy ilusionada haciendo actividades de adviento con ella, planificando todo lo que vamos a hacer, los sitios que vamos a ir a ver, el que mi marido se haya pillado vacaciones… Estoy sanando mi niña interior pero bien. Soy más feliz que nunca. Las navidades siendo mamá…molan mucho!!!
¡Me encanta Carolina!!
Estás creando recuerdos maravillosos y al mismo tiempo sanándote a ti misma.
Un besazo enorme
Me ha encantado tu post! Yo tambien me quedo mil veces con las navidades siendo madres
Ni punto de comparación ¿verdad?
Un besazo!!!