¿Puedo teñirme el cabello amamantando? Esta es una pregunta de lo más común entre mamás, si antes de embarazarte teñías tu cabello es lógico que te preguntes cuándo podrás ocultar esas raíces de otro color que cada vez crecen más.

Y es que teñirse el cabello es una costumbre desde cientos de años, desde Grecia y Roma se usaron diversas sustancias para cambiar el color de los cabellos, fue en 1907 que  Eugene Schueller, el fundador de la empresa L’Oreal, creó el primer tinte sintético para el cabello, lo que sería  primer tinte moderno. Aunque  al principio no fue el éxito de ventas que se esperaba y nunca hubiera imaginado hasta dónde llegaría su trabajo. 

Posiblemente en décadas anteriores nuestras madres y abuelas ni siquiera se preguntaban si sería nocivo teñirse o ní como tampoco se cuestionaban dar leche de fórmula o hasta en algunos casos fumar o hasta beber embarazadas o con un bebé en brazos.

La lactancia está rodeada de creencias sobre cosas que no debemos hacer, nos dicen que no debemos coger frío, cocinar, comer algunas cosas, casi nos prohíben tomar medicamentos (afortunadamente existen páginas como e-lactancia que son de gran ayuda).

Casi parece que hasta cortarse las uñas está contraindicado y hay que suspender la lactancia 😉

Si consultamos en e-lactancia el tinte aparece en esta categoría: 

“Riesgo bajo para la lactancia

Bastante seguro. Probablemente compatible.

Riesgo leve o poco probable.

Los tintes capilares son productos ampliamente utilizados en todas las civilizaciones y culturas (Gavazzoni 2015, Patel 2013, Benaiges 2007). Varias de las sustancias que entran en su composición se absorben en cantidades muy pequeñas, llegando a plasma y a leche materna (Yin 2012).

Los naturales (de menor riesgo) contienen alheña o henna, azafrán, camomila, nuez entre otros (MurciaSalud 2013). Los sintéticos contienen anilinas y otros derivados bencénicos y metales pesados como el plomo (Benaiges 2007).

En la última década se han retirado gran cantidad de productos que se utilizaban por considerarse tóxicos para el organismo (Benaiges 2007), pero sigue habiendo controversia sobre su absoluta inocuidad pues, mientras numerosos autores los consideran seguros (Gavazzoni 2015, NHS 2013, OTIS 2010, Chua 2008), en algún trabajo se ha encontrado asociación entre su empleo durante el embarazo y la lactancia y ciertos tipos de leucemia o tumores de células germinales en la infancia (Couto 2013, Chen 2006).

Se ha encontrado también relación entre su uso regular y el cáncer de mama (Dianatinasab 2017).

Se recomienda limitar su uso, cumplir las normas de seguridad de empleo que vienen en los envases, una buena ducha tras el tinte para mantener área del pecho limpia y llevar pelo corto o recogido a fin de evitar la absorción de compuestos potencialmente tóxicos.

Las trabajadoras de peluquería deben cumplir las normas de seguridad, uso de guantes y limitación horaria, entre otras (MurciaSalud 2013, Chua 2008). Pueden ser genotóxicos para estas trabajadoras (Galiotte 2008).”

No olvidemos que las recomendaciones de e-lactancia.org están dirigidas fundamentalmente a bebés menores de seis meses con lactancia materna exclusiva. Conforme los bebés van creciendo y comiendo otras cosas, el riesgo siempre disminuye.

Por tanto, en principio es seguro teñirse durante la lactancia, pero si se pueden escoger tintes sin metales pesados, derivados bencénicos, etc. mucho mejor. 

Y no sólo por la lactancia, sino porque el bebé puede tocar el pelo y llevarse la mano a la boca o chuparlo.

Por ejemplo se puede usar henna, que es un colorante natural a base de hierbas que da un tono rojizo al cabello y puede también combinarse para dar otros tonos.

Verse bien es muy importante para la mayoría de las mujeres por lo que hay que buscar la mejor forma para tí y tu bebé de que te sientas contenta con tu apariencia.

Sigue todas las instrucciones del envase, usa guantes y enjuágate bien el cabello antes de volver a coger a tu bebé, y coméntame, ¿tu te teñiste el cabello mientras amamantabas? ¿que tipo de tinte usabas?

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