La familia: abuelos, tíos, primos, hermanos… es la mejor tribu con la que una madre (o un padre que lo necesite) puede compartir las preocupaciones, dudas, miedos, tareas, etc. Pero en ocasiones no es posible contar con la familia, bien porque no están cerca o simplemente porque no dan el apoyo psicológico que la madre necesita.
En este caso, hay que ser valiente, si no tienes tu tribu, ¡búscala!
Hay multitud de opciones: asociaciones de crianza de niños (obviamente es mejor buscar una asociación que sea acorde con tu estilo de criar), parques infantiles, foros de Internet, grupos de juegos, compañeras de las clases de preparacón al parto, actividades extraescolares…
Hay que superar el miedo al ridículo, ser alegre y organizar quedadas, meriendas en casa, invitar a todos los niños del barrio al cumpleaños del niño…lo importante es conseguir el objetivo, tener una tribu de apoyo, tanto logístico como emocional.
Cuando una madre siente que tiene un soporte se siente mejor, es capaz de compartir su tiempo con sus hijos con mayor alegría, sin sentirse constantemente juzgada ni devaluada, tiene más paciencia para soportar las noches sin dormir, las rabietas, los destrozos en casa…en definitiva, toda la familia en su conjunto gana cuando la madre se siente bien.
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