Hoy os quiero presentar a una mujer fuerte y valiente. Una mujer que además de contar con una amplia formación que avala su trabajo, posee una fuerza vital increíble y arrastra a todos con su entusiasmo. Ella es Ascensión Gómez, matrona, fisioterapeuta, asesora de lactancia y gerente de Centro Hebamme.

 

Así se presenta ella misma: 

Soy mujer porque nací así. Soy comadrona y fisioterapeuta porque lo elegí yo. Soy madre porque me eligieron mis hijas. He vivido un parto intervenido que terminó en cesárea, una pérdida de un bebé estrella al poquito de llegar a mi vientre y un parto en casa salvaje y maravilloso. He tenido una depresión posparto de la que tardé años en salir y la euforia de un puerperio. Admiro a las mujeres, como he aprendido a admirarme, porque todas sentimos dolor, alegría, pena, felicidad. Trabajé como enfermera durante 10 años antes de ser matrona, y aprendí de la muerte la dignidad de la vida. Ahora me dedico a acompañar nacimientos, en casa y en el hospital, poniendo en ello todo mi amor y mi capacidad.

Me siento agradecida por todo lo que he vivido y aprendido: de mi hija mayor, que me enseñó a no hacer planes y a levantarme siempre mirando hacia delante; de mi bebé estrella que me mostró lo importante que es conectar con el cuerpo y que la tristeza no es mala; de mi hija pequeña, que me hizo gozar y sentir el parto como una experiencia orgásmica. Y de Centro Hebamme, mi otro hijo, que cada día me muestra que la constancia y el placer del trabajo hace felices a los demás y me hace feliz a mi, que me ha permitido conocer gente maravillosa y que la creatividad y la imaginación no tienen límites.

Eres la Gerente del reconocido Centro HEBAMME ¿nos cuentas un poco qué es el Centro HEBAMME y por qué lo creaste junto con otras compañeras matronas?

Centro Hebamme nació de mi puerperio, cuando tuve a mi primera hija (que nació por cesárea) y me encontré de golpe con la soledad, la tristeza y las emociones controvertidas para las que no estaba preparada. Me di cuenta de lo abandonada que se puede sentir una mujer en el puerperio, y de cómo es posible hacer las cosas más sencillas si das un soporte y u acompañamiento. Además, quería unir mis dos profesiones (matrona y fisioterapeuta), y la sanidad pública no me ofrecía la oportunidad de hacerlo. Así que, lo hice yo. Empecé yo sola, apostando por algo que parecía una locura. Después se unió Malena, y más tarde se han ido agregando los demás.

¿Qué servicios ofrecéis a las madres y donde estáis?

Estamos en Cartagena. Ofrecemos acompañamiento en el embarazo, el parto y el posparto desde cualquier perspectiva (consultas de matrona, grupos de preparación a la maternidad, visitas a domicilio, talleres, parto en casa, lactancia, etc) como matronas, y también ofrecemos apoyo psicológico en todos los procesos pues contamos con psicólogas y psicoterapeutas que no sólo tienen consulta, sino también participan activamente en las preparaciones, los talleres y los grupos de terapia.


¿Qué debe hacer alguien que quiera conoceros o apuntarse a algún curso o servicio de los que ofrecéis?

Tenemos una web (www.hebamme.es) y estamos en twitter, facebook y en nuestro blog. Desde la web hay acceso directo a todas las redes sociales donde estamos. Y por supuesto, estamos disponibles en el teléfono y en el centro, donde atendemos personalmente.

Si hay algún taller o grupo que te interesa, puedes escribirnos un correo (info@hebamme.es) o llamarnos, sin problema. Toda la información sobre formas de contacto está en la web.


¿Qué consejo le darías a una embarazada que quiere conseguir un parto respetado?

El éxito de un parto es un 90% la preparación mental que lleves; si sientes y confías en tu cuerpo, si sabes lo que quieres y dónde vas, lo más probable que ocurra es que te vaya bien. Prepararse es fundamental, para tener claras las opciones y las realidades. Y claro está, que tus expectativas y la experiencia vivida sean lo más parecido posible. El respeto hay que exigirlo siempre, porque todas nos merecemos que nos pidan permiso, que nos expliquen las cosas y que podamos elegir. Para eso, es importante empoderarte, como mujer, como usuaria de un sistema sanitario, como persona digna que eres. Y todo eso, es independiente del tipo de parto que sea. Puede ser necesario hacer una cesárea, pero sentirte respetada en la toma de decisiones. Puedes tener un parto supuestamente “natural” (término que no me termina de gustar) y no sentirte nada respetada.

¿Por qué crees que tanta gente tiene miedo a los partos en casa? ¿Qué se puede hacer para recuperar la confianza de las madres?

El miedo a los partos en casa parte del desconocimiento de la realidad de la asistencia actual. Se nos ha transmitido durante muchos años que los hospitales son más seguros, comparando la asistencia hospitalaria con partos no asistidos por profesionales preparadas. Y eso no es verdad. Estamos en una sociedad muy tecnológica, donde las máquinas tienen más fiabilidad que las personas. El error humano da miedo. Lo que muchos no entienden, es que las máquinas yerran en cuanto no son utilizadas adecuadamente, que es lo que ha pasado con el parto y su asistencia. La máquina no se equivoca, simplemente no piensa. Volver al parto en casa, volver a “destecnologizarse” y confiar en las personas, en los profesionales, y sobre todo, en el cuerpo de las mujeres, se percibe socialmente como una vuelta atrás y da miedo.


La tasa de cesáreas en nuestro pais (España) es muy alta ¿Por qué crees que ocurre esto y qué podemos hacer las madres para mejorar esta situación?

Las tasas se han disparado por muchos motivos. El primero, a mi juicio, es porque se han multiplicado las inducciones. Inducir un proceso, romper la fisiología del parto, es una temeridad (sobre todo si no hay un motivo poderoso y válido para hacerlo). Si a eso le sumamos la perdida del poder de las mujeres, de la confianza en sus cuerpos, del conocimiento del parto y la sexualidad, es inevitable que los bebés encuentren dificultades para salir. Y si, además, no tenemos un entorno apropiado y un apoyo profesional, el parto fisiológico no es posible.

Lo más peligroso, es que, a fuerza de hacer cesáreas, se han vanalizado tanto, que no percibimos la realidad: la cesárea es una intervención quirúrgica que no sólo tiene riesgos para la mujer, sino que perjudica mucho la salud del bebé.

Muchos ginecólogos opinan que después de una cesárea, siempre habrá otra…¿Es posible tener un parto vaginal después de una cesárea?

Muchos ginecólogos tiene que actualizarse y leer evidencia científica, ya que presumen tanto de ser la “sabiduría”. Tener un parto vaginal después de una o más cesáreas, no sólo es posible, sino recomendable. Muchas mujeres paren después de una o más cesáreas. Yo he parido después de una cesárea, sin ir más lejos.

Eres madre, matrona y fisioterapeuta, trabajas en el centro HEBAMME, atiendes partos en casa y en el hospital ¿cómo lo haces para llegar a todo?

¡Uf! A veces siento que no llego. Es muy complicado, y muy difícil de llevar. Hay días que me dan ganas de encerrarme en el baño y no salir. Pero salgo, porque lo que hago me apasiona. Trabajo en el hospital (sinceramente) porque no me queda otra. Es mi sueldo fijo y, de momento, Hebamme no me da para vivir. Yo siempre digo que trabajo en el hospital para pagar la hipoteca y en Hebamme para no pagar psiquiatra (jajajaja).

Y hago todo esto porque cuento con el apoyo incondicional de mi pareja, que es mi soporte vital. Sin él, yo no podría hacer todo esto. Él es quien se queda con las niñas, quien está siempre disponible, quien cocina y cuida de mi. Sin una familia que te sostenga, acompañar nacimientos en casa es casi una odisea.

También tengo un equipo de comadronas espectacular. Somos 6, y nos turnamos. Trabajar en equipo te da oportunidad de tener vida propia. Ganamos poco económicamente hablando, pero somos inmensamente ricas en emociones y en experiencias.

¿Cuáles son tus proyectos de futuro? ¿Nos puedes adelantar algo?

Mi futuro es una casa de partos. Poder dedicarme exclusivamente a esto y poner toda mi energía en las mujeres, los bebés y las familias. Poder desarrollar más mi labor como fisioterapeuta (lo mío es el suelo pélvico femenino, claro).

A modo más práctico, a corto plazo escribir un libro y ofrecer más formación para profesionales y para no profesionales. Transmitir lo poco que sé me gusta casi tanto como acompañar un nacimiento.

¿Algo más que quieras comentar?

Dice Michel Odent que para cambiar el mundo, hay que cambiar la forma de nacer. A mi, la forma de nacer, cambió mi mundo.