El 30 de marzo salió publicada la noticia en prensa de la inauguración de un banco de leche materna en el Hospital La Fe de Valencia. Me parece tan buena noticia que la copio directamente del diario ABC (uno cualquiera, puesto que ha salido en todos los periódicos).
Desde luego, yo voy a informarme sobre lo que debo hacer para ser donante. El saber que sólo con mi leche puedo ayudar a bebitos enfermos o prematuros que sus mamás no pueden criar al pecho por lo que sea (fallecimiento, enfermedad, etc…) me da una alegría tremenda.
Ahí va la noticia:
El Hospital de La Fe de Valencia cuenta desde hoy con el primer banco de leche materna de la Comunidad Valenciana y el tercero de España, que permitirá que madres que están amamantando a sus bebés puedan donar de manera altruista su excedente de leche a otros bebés que la necesiten y que éstos puedan disfrutar de los beneficios para su salud que otorgan este alimento materno.
El conseller de Sanidad, Manuel Cervera, inauguró hoy esta instalacion, ubicado en los sótanos del pabellón infantil, que supone un “avance más de la sanidad valenciana” y dar un servicio nuevo a los ciudadanos, “que hará mucho bien a niños prematuros y con roblemas graves” al nacer, ya que la leche materna es “más natural y tiene muchas más cualidades de defensas y nutrientes”.
Las donaciones son altruistas y se realizan anónimamente, indicó que el banco de leche materna será “más amplio” en el nuevo Hospital La Fe y tendrá “más rapidez de actuación”.
El objetivo de este proyecto es ofrecer de forma gratuita y bajo prescripción médica leche materna a los recién nacidos valecianos que lo necesiten, especialmente a los bebés prematuros, con retraso de crecimiento o distintas patologías. Y es que, según explicó la neonatóloga responsable del proyecto, María Gormaz, la leche materna donada tiene una serie de “beneficios demostrados”, especialmente para bebés prematuros o de bajo peso, como el protegerles frente a complicaciones como la enterocolitis necrotizante, frente a enfermedades crónicas como la displasia broncopulmonar, o frente a infecciones. Además, dijo, esta leche “se tolera mejor”.
El proceso de donación de leche para las madres que estén amamantando a sus bebés es sencillo. En primer lugar, las mamás que quieran donar tienen que acudir al banco para realizar una entrevista clínica y realizarse una analítica, y tras comprobar que todo está correcto, pueden comenzar a extraer su propia leche y almacenarla en frío para después trasladarla al banco.
Una vez las muestras llegan al banco, y para garantizar su seguridad microbiológica, se analizan, se someten a un tratamiento térmico mediante pasteurización y se congelan hasta su distribución. Esta leche donada se administrará posteriormente a los bebés que lo necesiten, aunque se priorizará a los bebés prematuros, con retraso de crecimiento, patologías digestivas, cardiopatías o inmunodeficiencias.
La leche extraída y congelada puede conservarse hasta tres meses “preservando al máximo sus nutrientes”, indicó Gormaz, quien indicó que en el banco de La Fe no se mezclará leche de distintas donantes, sino que lo que ser hará es juntar leche de la misma mujer extraída en diferentes días.
La mayoría de madres que están amamantando satisfactoriamente a sus hijos pueden ser donantes de leche, ya que sólo es necesario que tengan una vida saludable, sin hábitos tóxicos ni consumo de tabaco, alcohol o drogas, que sigan una dieta normal “y que no padezcan determinadas enfermedades infecciosas que precisen medicamentos incompatibles con la lactancia”, explicó Gormaz.
Las madres que acuden al Hospital La Fe se mostraron encantadas con la iniciativa y con la posibilidad de poder donar para otras mujeres que no tengan leche o bebés que la necesiten. Es el caso de Rebeca Crespo, quien comentó que es “una suerte” que los bebés puedan mamar y que ella si tiene suficiente leche después de amamantar a sus mellizos, lo hará.
Para Rosa la iniciativa es “estupenda”, ya que para los niños prematuros la leche materna es “oro blanco”, una sustancia “muy importante” para los bebés. Esta mujer comentó que tiene el congelador de casa “a rebosar” de leche, por lo que no tiene ningún problema en donar una parte.
El banco de leche de La Fe cuenta con tres congeladores con una capacidad para 750 litros en total, una nevera, una pasteurizadora, una campana de flujo laminar para la correcta manipulación del producto, un analizador de composición nutricional de la leche mediante espectometría de infrarrojos y material para la extracción y conservación de la leche, como extractores o biberones.
Por el momento, hay tres madres donantes, y se han recogido ocho litros, de los que cuatro ya están procesados y pendientes de los últimos resultados analíticos para poder ser distribuidos, según explicó la neonatóloga.
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