¿Cómo evitar los celos?

Continuamos con la sección “El viernes…la psicologa responde en Maternidad Continuum” con Mónica Serrano.

Os recuerdo que si queréis que Mónica responda alguna consulta, sólo tenéis que mandarla a maternidadcontinuum@gmail.com Para ver el post donde se dan todas las indicaciones entrad aqui.

Pregunta

Hola Pilar,
Muchas gracias por brindarnos esta oportunidad de consultar nuestras preocupaciones con Mónica.
Tengo un hijo de casi 5 años y una hija de 20 meses. El tema que me gustaría me asesorara Mónica es el de los celos entre hermanos.
Hasta hace bien poco, mi hijo ha tenido muchos comportamientos nada habituales en él, como llamadas de atención, malas contestaciones, gritos, enfados incluso ha llegado a pegar a su hermana y a nosotros… Después de un tiempo parece que ya no ve a su hermana como una rival y empieza a querer jugar con ella y compartir con ella muchas cosas pero ahora es al revés. Es la pequeña la que parece tener celos de todo lo que hace su hermano y no quiere que se acerque a nosotros, o le quiere quitar todo lo que él tiene, etc.
Aunque le decimos que eso no se hace, que no está bien, no se si realmente lo entiende o cómo deberíamos actuar en esta situación.
Cualquier consejo será bienvenido.
Muchas gracias y un abrazo enorme.

Respuesta

Estimada amiga. Gracias por compartir con nosotras tus dudas y realizar la consulta.

Lo que comentas es una situación habitual. Tus hijos están cada uno de ellos en una etapa evolutiva diferente. Por ello, sus necesidades y reacciones también son distintas.

Tu hijo, de casi 5 años, tiene una edad en la que comienza, paulatinamente, a relacionarse con un grupo social cada vez más amplio, mostrando un interés creciente por las relaciones con sus iguales.. Además, su pensamiento y su lenguaje han alcanzado un nivel de desarrollo que le permite expresarse, hacer razonamientos, dar y pedir explicaciones… De esta manera, su nivel de desarrollo global hace posible una relación empática y positiva con su hermana pequeña.

Como dices, ya no ve a su hermana como rival, si no como compañera de juegos. Después de 20 meses del nacimiento de su hermana, el niño ya se ha adaptado a la nueva situación de convivencia familiar, ha asimilado la pérdida de exclusividad que supuso el nacimiento de su hermana y está preparado para relacionarse adecuadamente con ella.

Sin embargo, la niña tiene 20 meses, se encuentra en una fase del desarrollo en la que muchas de sus capacidades están en plena evolución, pero aún son muy sofisticadas. Cada vez va emitiendo más palabras, pero aún no se puede comunicar eficazmente a través del lenguaje verbal. Va comprendiendo cada vez mejor el lenguaje de los demás, pero todavía a un nivel muy sencillo.

En cuanto al desarrollo social, los niños de 20 meses se relacionan con su grupo familiar cercano, ampliando las relaciones con los familiares inmediatos a interesarse cada vez más por personas menos cercanas. Sin embargo, todavía no están preparados para relacionarse positivamente con sus iguales, sus habilidades sociales son, a esta edad, poco sofisticadas para ello.

Además, en torno a los 18-24 meses (cada niño tiene su ritmo), los niños comienzan a ser conscientes de que son un ser individual, diferente de su madre. Hasta entontes, el niño no tiene conciencia de su persona como ente separado de su figura de apego.

El descubrimiento del “yo” es un hito importantísimo en el desarrollo de los niños y tiene algunas consecuencias inmediatas en su comportamiento.

El niño pequeño necesita autoafirmar su individualidad, pero tiene estrategias muy básicas para ello. Negar al otro es una de ellas. Ser un ente separado le posibilita hacer lo contrario de lo que los otros le dicen. De esta manera, el niño va tomando una conciencia cada vez mayor de su unicidad.

Por otra parte, el hecho de ser una persona individual le permite buscar reacciones en los demás. De alguna manera, esta búsqueda de reacciones en los otros le permite ir aprendiendo a relacionarse con los demás y a regular dichas relaciones.

Las características evolutivas de tu hija dar respuesta a por qué está tan negativa y oposicionista con su hermano. Además, en su caso ha tenido un modelo claro de este tipo de comportamientos y reacciones, pues comentas que hasta hace poco tiempo, su hermano se comportaba de esta manera.

Realmente, es una situación ante la que muchos padres no saben actuar y es un motivo de consulta frecuente.

En primer lugar, el adulto debe reflexionar para poder ponerse en el lugar de la niña, para empatizar con ella. En tu caso, debes entender que tu hija está madurando y que por eso reacciona de esta manera. Poco a poco, sus estrategias se irán afinando y volviendo más positivas.

Por ello, es importante que tu hija se sienta acompañada por sus padres durante esta etapa. Debes respetar sus emociones negativas, darles valor y no tratar de negarlas, pues también son legítimas. Crea espacios de comunicación constantes con tu hija. Aunque ella aún no pueda expresarse bien a través del lenguaje verbal, tú puedes hacerle preguntas simples sobre cómo se siente y ayudarla a responder. Del mismo modo, es importante que los demás expreséis vuestras emociones. Así ella aprenderá a hacer lo mismo.

También es importante que le digáis que no debe pelear con su hermano, pero es fundamental que le ofrezcáis una alternativa a ello. Por ejemplo, en vez de arrebatarle los juguetes, ha de pedirlos.

Puesto que está tratando de evitar que su hermano esté con vosotros, cabe pensar que necesita un poco de dedicación exclusiva por vuestra parte. Tratad de ofrecerle momentos solos con ella, compartid cierto tiempo de calidad en exclusiva para ella, pues parece que es lo que está pidiendo y si se lo dais, probablemente no necesitará expresarlo a base de tratar de evitar que su hermano se acerque a vosotros.

Estableced una escucha activa con la niña. Observadla, poneos en su lugar, reflexionar sobre sus reacciones y sus relaciones y comportaos como queréis que ella lo haga, pues sois su ejemplo a seguir.

Con empatía y respeto a su ritmo evolutivo podréis reaccionar adecuadamente a este comportamiento e ir propiciando el desarrollo de habilidades sociales y emocionales óptimas de vuestra hija.

Espero haberte ayudado y quedo a tu disposición para cualquier otra consulta en la dirección de correo psicologa@bambulah.es.

Un abrazo.

Mónica