“Tienes que obedecer a mamá y a papá” “mi hijo es muy desobediente” “los niños obedientes son los que se portan bien”…¿te suenan estas frases? constantemente las escucho a mi alrededor porque parece ser que la obediencia es algo bueno que nuestros hijos deben tener.
Pues yo niego la mayor, sabiendo que corro el riesgo de que se me tiren al cuello, considero que la obediencia es muy peligrosa y de hecho no quiero que mis hijas sean obedientes ¿por qué digo eso? ahora me voy a explicar.
Hace un año, tuve la suerte de participar en el Primer Congreso de Maternidad en el que participó el gran David Plá (profesor universitario y director del TEDx Valencia) con una ponencia fantástica en la que hablaba de educación.
Durante su presentación, David nos puso este vídeo que me dejó horrorizada (dura casi diez minutos pero te recomiendo que lo veas):
En él, quedaba claramente demostrado que la obediencia es algo muy peligroso porque cuando las personas estamos acostumbradas a cumplir órdenes de alguna autoridad (sea el maestro, tu padre o el pediatra) quedamos expuestas a cometer actos que van totalmente en contra de nuestros deseos e incluso de nuestra naturaleza.
Así que lo repito de nuevo: no quiero que mis hijas sean obedientes.
Quiero que obren bien por voluntad propia, que sean capaces de tomar sus propias decisiones (que a veces serán correctas y otras no, pero al menos las habrán tomado ellas), que tengan espíritu crítico y se atrevan a desafiar a la autoridad si les pide que hagan cosas con las que no están de acuerdo, que sean capaces de decir no si les ofrecen droga, que sean capaces de plantar cara y que sean valientes para hacerlo.
No quiero que aguanten a un jefe baboso o maleducado porque es el jefe, no quiero que me hagan caso a ciegas porque yo también me equivoco y no quiero que fumen porque el jefecillo de la banda lo dice.
Y esto es difícil de hacer porque no estoy hablando de criar niñas consentidas que hacen lo que quieren y cuando quieren, estoy hablando de tener pocas normas y consensuadas, de aceptar que es más complicado tratar con niñas con ideas propias, de dejar que las consecuencias de sus actos les vayan indicando el camino correcto (no yo ni mis castigos) y de confiar en ellas “hasta el infinito y más allá” porque mis hijas son sabias (como todos los niños) y generosas y seguro que dentro de unos años me alegraré de haber tomado esta decisión.
Totalmente de acuerdo, Pilar. Debemos tener unas pocas normas, las justitas, que sirvan para salvaguardar la integridad física de nuestras pequeñas. Pero enseñar a obedecer ciegamente sólo conduce a seguir adocenando personas, a que entremos todos por el aro y que no se nos pase por la cabeza cuestionar nada, dígalo quien lo diga. Muchas veces los padres educamos para el momento, porque ciertamente, es más placentero tener bebés y niños pequeños que hagan lo que queremos y cuando lo queremos; pero no nos damos cuenta de que lo que estamos educando son los adultos del mañana, y que lo que hoy puede parecer bien en un niño, mañana puede resultar muy peligroso en un adulto.
Exacto! veo que has entendido perfectamente el post…no se trata de criar sin normas, creo que he explicado muchas veces que en mi casa si existen las normas, pero la mayoría están consensuadas con mis hijas. Y no es más fácil hacerlo así, todo lo contrario…mucho más cansado y agotador a veces, pero creo que vale la pena.
Un abrazo y mil gracias por comentar!
Coincido contigo. Además creo que nuestros hijos son los sabios y los que nos enseñan- si observamos bien atentos- cómo ser buenas madres y acertar en la mayoría de las situaciones. Darles libertad para ser ellos mismos no creo que tenga nada que ver con ser desobedientes ni niños malos. Sentirse libre, por mi experiencia, es la clave para conocerse bien uno/a mismo/a y, por tanto, estar seguro de ti y de tus actos, lo que lleva a sentirse en paz. Que no es otra cosa que la felicidad. Yo digo: menos niños obedientes, y más adultos felices.
P.D: Vaya vídeo!
Es que en mi opinión, se confunde la obediencia con los niños que se portan bien. Yo no quiero que me obedezcan porque si ( o por miedo, que es peor) yo quiero que sean responsables y que vayan aprendiendo (poco a poco) cómo comportarse en cada situación.
me encanta tu frase final! un besazo y mil gracias por comentar!
Totalmente de acuerdo. El castigo no educa. Es una afirmación que oí por primera vez en la facultad, cuando estudiaba Pedagogía. La verdad es que los niños sólo aprenden que, sea cual sea el castigo, se pasa y pueden volver a actuar como antes de administrarlo. También aprenden a tener miedo y a ser rencorosos y vengativos. Es más cómodo para algunos padres o profesores utilizar el aislamiento, por ejemplo, para descansar del niño, pero tendrían mayores resultados si explicaran las consecuencias de sus actos y les enseñaran a ser empáticos, para comprender al otro cuando recibe sus insultos, agresiones o muestras de indiferencia.
La presión del entorno no es suficiente motivo para reñir o castigar. Los límites que necesitan nuestros niños son aquellos que les harán convertirse en personas seguras y respetuosas, además de felices y generosos con los demás.
Perdón por el rollo, Pilar, pero has sacado un tema muy interesante y, a la vez, espinoso jejeje
Saludos.
Hola tocaya,
el tema es espinoso lo sé y asumo que mucha gente estará en desacuerdo conmigo y me echarán a los leones 🙂 pero creo que es importante tratarlo porque no, los castigos no educan y la obediencia tampoco.
Un besazo enorme y mil gracias por tu comentario
yo tengo un "problema" para reconocer la autoridad. Es algo que he oído muchas veces en mi vida como un "problema" pero es algo de lo que yo estoy muy orgullosa y que espero poder retrasmitir a mis hijos.
Hola Arantza,
entonces tú serías de las pocas que no seguirías las indicaciones en el experimento…y ¿sabes? me encanta que estés orgullosa de ello.
Yo, aunque me duele mucho afirmarlo, creo que no hubiera tenido narices de plantarme y parar la prueba…quizas ahora si, pero antes de ser madre seguro que no. Siempre he sido "demasiado buena y obediente" y la verdad es que no lo veo una virtud sino todo lo contrario.
Un abrazo y mil gracias por comentar!
Totalmente de acuerdo contigo Pilar, yo tb fui una niña buena y obediente…..ahora, a punto de cumplir 37 años veo que hay cosas en mi vida que no me dejaron o no supe elegir, pq otros lo hicieron por mi…..y me he propuesto este año para cambiarlas, si no todas…. algunas…..tengo un hijo de 7 años y cada dia intento q tome decisiones, aunque sabemos q algunas tenemos q tomarlas los padres…por cuestion de seguridad…no se si me explico…..Gracias Pilar!!
Hola Maria del Mar,
claro…algunas decisiones son innegociables, pero en realidad son menos de las que creemos. Sólo las que velan por su seguridad y poco más (tipo: en el coche hay que llevar el cinturón puesto).
Si nos paramos a pensar, podemos dejar elegir a nuestros hijos mucho más de lo que parece.
Mil gracias por tu comentario!
En ese contexto desde luego que estoy convencida que la obediencia entendida como sumisión y ausencia de criterio, es sumamente peligrosa;
creo que eso de poder llegar a acuerdos con los hijos en los que se sigan ciertas normas de convivencia y se logre hacer que los pequeños las entiendan y las respeten, es donde la obediencia entendida como respeto a la convivencia no la veo peligrosa.
Hola Cata,
es que quizás no me explico bien…para mi obedecer es hacer lo que otro te pide (sin más). Respetar la convivencia es otra cosa…y de hecho es algo que todos los miembros de la familia deben hacer.
Una cosa es respetar la convivencia de todos y otra muy distinta es hacer lo que te pìde "el que manda" sin discutir, ni reflexionar, ni revelarte por supuesto.
Lo que muchos padres quieren (la mayoría de hecho) es que sus hijos les obedezcan y ya. Que hagan lo que les pidan siempre sin rechistar: recoge tu cuarto, no puedes ver la TV, come todo lo del plato….aprieta este botón aunque oyes gritar a un hombre pero yo te digo que en realidad no le duele…
Un abrazo y muchas gracias por tu comentario!
Un tema muyy interesante! Yo tambien fui una niña buena y obediente, que gracias a mis pequeños me he dado cuenta de todas estas cosas. Yo tambien me niego rotundamente a que mis hijos me obedezcan, quiero que se sientan libres de exponer sus ideas y su criterio por supuesto siempre respetando al projimo.
La verdad es que ultimamente me he metido en varias "charlas animadas" sobre estos temas con amigas y conocidas, porque no me entienden, y cuando les digo que tambien estoy en contra de todo castigo… uffff!!!!
Pero cada dia lo tengo mas claro!!! Y afortunadamente, poco queda en mi de esa niña buena y obediente que se deja llevar y guiar por todos! 😉
Besoss
Gema
Hola Gema,
bienvenida al club de las ex-niñas buenas jaja
Creo que nuestros hijos tienen suerte porque sus madres quieren que tengan criterio propio…a pesar de las críticas del resto.
un abrazo y mil gracias por comentar!
Estoy de acuerdo con vosotras, y precisamente ayer, antes de leer tu artículo, estaba dándole vueltas al tema porque por la mañana, buscando otra cosa por interntet, ví una imagen que acompañada de un texto decía algo así como "un niño obediente será un adulto que nunca conseguirá un aumento de sueldo" ; y por la tarde, mi madre me comentaba lo distinto que es mi hijo y como yo era, tan dócil y obediente, y él con un carácter fuerte. Ya por la noche leí tu post y ¡totalmente de acuerdo! me alegro que mi hijo no sea como yo fuí: obediente, buena, nada crítica, indecisa. Afortunadamente he cambiando, y para mejor 🙂
Un beso.
Ana,( HolisticaMama.com)
Hola Ana,
mis hijas tampoco son como yo era: obediente, buena, sin quejarme… y la verdad es que me alegro!!!
La mayor es más combativa que la pequeña que es más tranquila, pero las dos tienen su propia opinión de las cosas y si no están de acuerdo conmigo me lo dicen en seguida jaja
Un abrazo y gracias por comentar!
La obediencia convirtió a Venezuela en el país que somos ahora… así que… qué más puedo decir Pilar?
Siemre he tenido esa inquietus, no ha sido una "moda" por convertirme en madre "consentidora" como muchos me dicen… toda mi vida me pareció que la obediencia era una atrocidad, porque bueno yo tenía criterio para las cosas… así que desde pequeña la he cuestionado.
Muy de acuerdo contigo.
Abrazos!
Hola Mirtha,
suerte la tuya!!! yo no cuestionaba la obediencia antes de ser madre. Incluso siendo adulta, entendía que debía cumplir las órdenes que me daban los que estaban por encima de mi…
Gracias a mis hijas mi vida cambió y yo misma he cambiado mucho…y creo que para mejor jaja
Un beso y gracias por comentar!
¡Qué maravilla leer esto! No sé cuanto tiempo llevo diciendo que la obediencia es un defecto, no una virtud. Yo creo que las personas debemos ser abiertos, escuchar argumentos y entender porqué hay que hacer algo… Pero no hay que obedecer sin cuestionar nada. Nuestra sociedad está desempoderada, en parte, porque somos unos “perros obedientes” y tragamos con lo que sea… Gracias por difundir estas ideas, Pilar
Cierto Raquel…somos unos perros obedientes…lo han conseguido.
Pero mira, aún quedamos algunas madres locas por ahí para intentar luchar contra eso.
Un abrazo y mil gracias por comentar!
Yo estoy de acuerdo.Tengo una duda s partir de que edad pudisteis empezar a consensuar con vuestros hijos? Mi hijo tiene 9 meses y por su seguridad muchad veces tengo que decirle no,a veces lo que hago es cambiar su trayectoria o distraerlo con otro objeto por no decir tanto no y no se si hago bien.Cuando pueda comunicarne mejor será ideal pero así…
Hola Jennifer,
tu hijo es un bebé…no es capaz de entender muchas cosas todavía. Creo que lo haces genial intentando cambiar su atención a otra cosa y seguramente esa estrategia te dure mucho tiempo, porque aunque sepan hablar, a veces los niños también se cansan de escuchar NO.
un abrazo enorme y gracias por comentar!
De acuerdo en todo también. La obediencia no me parece en ningún caso una virtud.
Y francamente, estoy hasta las narices, por decirlo finamente, de escuchar a todas horas a mamás y papás (y a los que no los son) confundir la educación con la obediencia. Y yo ante esto, siempre pienso lo mismo… Pero cómo podemos ser tan egocéntricos y tener un ego tan grande, que nos haga creernos en posesión absoluta de la razón, como para que nuestros pequeños nos tengan que obedecer sin rechistar. Qué triste…
Un abrazo grande guapa!
Hola Mamá Burbujita,
no sé si se trata del ego o de hacer lo que se espera de nosotros…tengo dudas.
Quiero decir, se espera que nosotros tengamos la verdad absoluta y que nuestros hijos nos obedezcan. Nuestros padres actuaron así y nosotros también "debemos" hacerlo.
En fin, la cuestión es que si nos atrevemos a mirar con ojo crítico lo que damos por supuesto…a veces nos sorprendemos jeje
Un abrazo y mil gracias por comentar!
Yo estoy de acuerdo a medias, quiero que mi peque tenga un buen sentido crítico, y sepa discernir lo que está bien de lo que está mal, así como una buenísima autoestima, sin embargo creo que es necesario tener unas normas de convivencia que nos ayuden al bienestar de todos los que viven en la casa y que si esas normas no se cumplen creo que son necesarias unas consecuencias negativas, retirada de atención, castigo. ..al final la sociedad funciona así y no quiero hijos anarquicos y que no sepan seguir normas. Nosotros si matamos , pegamos, insultamos vamos a la cárcel, si pasamos en rojo nos multan. .. y si no cumplimos con nuestro trabajo nos despiden, pues lo mismo. Lo que no quiero es que haga cosas sin más, pq que valores transmitiria ahí, pero si quiero que sea una buena persona y con unos valores positivos y que le ayuden para su futuro.
Hola Dosgatos y un bombo,
yo tampoco crio a mis hijas en la anarquía y por supuesto que las normas de convivencia son imprescindibles para vivir en sociedad, sin embargo no pienso que los castigos ni la retirada de atención sean las consecuencias lógicas tras un error.
Me explico mejor: si mi hija mayor tiene la responsabilidad de preparar su mochila del colegio y no lo hace, la consecuencia lógica negativa será que cuando llegue al cole le faltarán los cuadernos y pasará bastante vergüenza admitiendo que no los ha traido. Yo no tengo que castigarla por no hacerlo…simplemente tengo que dejarla equivocarse (y no prepararle yo la mochila).
No sé si me he explicado o qué…jaja
Para mi, los catisgos no enseñan a ser críticos ni dan autoestima, enseñan a esconderse la próxima vez para que no les pillen.
Un abrazo enorme y mil gracias por dar tu punto de vista
Opino lo mismo. A mi siempre me acusas ( todas esas ignorantes que tengo alrededor) de que mi hijo hace ” lo que quiere” porque no se come el puré asqueroso y prefiere una paella o unos macarrones, porque no duerme en una fria cuna sólo en una habitación y prefiere la cama de mamá, porque hay dias que no le apetece baño y otros dias lo prefiere a media mañana…. Claro que hace lo que quiere, como ya, como su padre, como todos, pero no es un tirano mi un ” mal criado”, ni un caprichoso, simplemente decide lo que le gusta y conviene. Dicen ” que caracter tiene” y yo contesto, sí, así debe ser. No sé si lo estaré haciendo bien o no, pero sé que es feliz y yo también al verlo. Hay gente que cree que al hacer li que quieten, rompen cosas las tiran, no duermen sus horas, dan pataletas, pegan. .. Nada de eso, ellos saben que eso no está bien y no quieren hacerlo, pero no porque le vayas a castigar.
Hola Estela,
no dudes…lo estás haciendo genial. Respetar las preferencias de tu hijo en ese tipo de cosas me parece perfecto. Otra cosa sería dejarle ir en el coche sin la silla…pero ¿bañarle a media mañana si le gusta más? ¿darle paella en lugar de papilla? es perfecto!
Un abrazo enorme y mil gracias por tu comentario
Me alegra saber que no soy la única que piensa esto, desde chica sentía que algo andaba mal con obedecer muchas cosas, sobre todo porque a veces hacía cosas que no quería, sólo por complacer a los demás. Al ser obediente, te pierdes en los demás, escondes tu escencia… es cierto que a los niños y niñas hay que enseñarles a tener criterio para decidir y eso se educa desde pequeños. Yo tampoco quiero hijos sumisos y obedientes. Gracias por el post! Que tengan buena semana
Hola Gisela,
cuánta razón hay en tus palabras…al obedecer te pierdes en los demás…
Mil gracias por tu reflexión y un abrazo
Gracias por regalarme este post un día lunes después de un fin de semana cansador con mi hijito 16 meses en plena manifestación de rabietas. Esos fines de semana donde terminas cuestionando la crianza respetuosa, pues vaya que cansa estar tratando de conversar con él, respirando para transmitir tranquilidad, conteniendo mientras tiran manotazos y patadas por todos lados porque quieren a toda costa trepar arriba del mueble de la TV. Gracias pues con tus palabras puedo ver que lo que hago no me dará resultados inmediatos, pero sí en el mediano plazo, cuando mi hijo sepa decir NO en la escuela cuando alguien intente sobrepasar sus límites, cuando diga NO a los "amigos" que quieran obligarlo a hacer algo que puede ser perjudicial para él u otra persona, cuando tenga la capacidad de decirle a su jefe, con argumentos y convicción que aquella política laboral de la empresa no va en beneficio de los trabajadores…
Cuando una fue "la niñita ordenada y obediente" cuesta mirar desde el otro lado, así que gracias por ayudarme a no perpetuar el patrón con mi pequeño explorador.
Hola Carolina,
te entiendo perfectamente…es difícil verlo desde este punto de vista cuando nosotras fuimos niñas buenas y obedientes y cuando además, tenemos un explorador en casa jaja
Efectivamente los resultados no se ven en seguida…pero al final se ven.
Un abrazo enorme y mil gracias por comentar
creo que no no solo es peligrosa para las demás personas, si no para quien obedece, conozco adultos cercanos que son incapaces de defender lo que piensan, inclusive reclamar los derechos de sus propios hijos.
Esto también me recuerda a la violencia obstetrica, cuando no podemos decidir como llebará cabo nuestro parto.
Estoy totalmente de acuerdo en que la misión de padres y maestros es educar para la libertad, no domesticar. La cuestión es más compleja si tenemos en cuenta que la actitud hostil y desafiante de toda norma puede que tenga que ver con la manera violenta de nacer en gran parte de los paritorios de nuestro planeta.
En el caso de un(a) adolescente que debe vivir una "rebeldía normal
" y que muchas de las veces no tienen claro los límites de sus desafíos, pregunto: es ético y amoroso que por exponerlo(a) a que asuma las consecuencias de sus actos (muy comprensible y ético) y, estas consecuencias signifique la exposición a psicotraumas (como violencia sexual, abusos, trata, consumo obligado de psicoactivos,..), con grandes secuelas en su vida emocional y afectiva? Para mí es relativamente más fácil con niños e infantes, pero en el caso de adolescentes que quieren desafiar las normas e incitado(a en mucha de las veces por el consumismo y /o soledades, ausentismos,…De verdad que estoy confundido, muchos padres me preguntan qué hacer.
Quiero tu opinión Pilar o alguien que pueda aportar en aportes que hagan parte de las soluciones y no del problema. No tengo ninguna duda que debemos de buscar salidas amables y respetuosas.
Complicado tema el que comentas Jorge Ivan,
no soy experta en adolescentes así que temo opinar de forma superficial en este tema, sin embargo me da la impresión de que si estos adolescentes han sido niños criandos con respeto y amor, tendrán más criterio y menos ganas de hacer cosas realmente peligrosas sólo por vivir la rebeldía normal del adolescente. Una cosa es llegar más tarde de la hora prevista para ser "rebelde" y otra muy distinta es tomar drogas sólo por fastidiar a tu padre…no sé si me explico.
Sin embargo, este tema es muy interesante así que voy a consultar a personas mucho más expertas que yo y a ver que me contestan ¿ok?
Un abrazo y mil gracias por tu aporte
tal vez te interece leer esta articulo escrito por laura gutman. http://www.lauragutman.com/prensa/revista_convivi…
Hola Xinna,
tienes toda la razón…los adultos también tenemos que ser obedientes (o eso nos dicen) en determinadas situaciones como en el parto.
Un abrazo enorme y mil gracias por tu aporte
Nunca había analizado respecto al tema como le hecho ahora… 😀
Mi esposo tenia la vaga idea de que su hija NO debía ser grosera con la gente, siempre debía saludar, sonreír, despedirse, etc.
Hasta que llego el día en que nuestra hija formo parte de nuestras vidas, cuando era una beba de meses el siempre la besaba hasta el punto de hacerla llorar con tantos besos, forme pasaron los meses mi hija se convertía en niña que podía defenderse y llego a arañarlo varias veces. El me decía: Dile que No me arañe..!!! Vaya suplica…
Mi contestación fue deja de hacer lo que ha ella no le gusta que hagas y dejara de hacerlo. En su momento su actitud fue de molestia pero conforme han pasado los meses lo ha dejado de hacer y la niña de igual forma. Hoy en día, mi esposo sabe que si la niña no quiere dar un beso es mejor no obligarla por que de otra forma quizás rasguñe, pegue, llore, etc.(Pues meses atrás lo hizo y en una que otra ocasión lo sigue haciendo)
Quizás para algunas personas les parezca una niña mal criada, por que el estatus de la sociedad así lo ha impuesto y no es que la deje hacer lo que quiere claro que me bajo a hablar cara a cara con ella aun que aun sea muy pequeña para comprender lo bueno de lo malo pero si no quiere pues es por que simplemente No Quiere…
Un saludo, Enorme Pilar y nuevamente Felicidades por el tema.
Hola Lupita,
yo creo firmemente que nunca hay que obligar a los niños a dar besos…hace tiempo escribí un post sobre este tema en el que hubo mucho debate en los comentarios: http://www.maternidadcontinuum.com/2012/07/crianz…
Una cosa es que cuando los niños sean mayorcitos aprendan a saludar y decir hola y otra cosa muy distinta es que deban dar besos y tener contacto físico por obligación, no es lo mismo ni mucho menos.
Bien por tu marido que ha sabido comprender a tu hija jeje
Un abrazo y mil gracias por comentar!
Es espeluznante el vídeo y ver que no hemos evolucionado nada. Me preocupa la educación de mi hija, pero pienso como tú, quiero que sea capaz de elegir ella su camino, sin que nadie la obligue, ni que se deje manipular. Se puede ser educado, pero con ideas propias, sabiendo lo que está bien y lo que está mal, siendo valiente para decir no, si no está de acuerdo. Y es lo que me gustaría conseguir, ojalá sea capaz.
http://tusacotermico.com