Como todos los viernes, hoy respondemos vuestras consultas en el blog en la sección Los Viernes la Psicóloga Responde en Maternidad Continuum. Hoy le toca el turno a Mónica Álvarez.
Licenciada en Psicología y especialista en terapia de pareja y familia. Diplomada en Nutrición y Dietética y con formación en Medicina Tradicional China, Kinesiología y Reiki.
Coautora de los libros “La cuna vacía, el doloroso proceso de perder un embarazo” (2009) y “Las voces olvidadas, pérdidas gestacionales tempranas” (2012). Autora de los blogs Duelo Gestacional y Perinatal (que cuenta además con una comunidad sobre duelo), Tu Coaching Nutricional (que también cuenta con una comunidad de apoyo en la que yo colaboro) y El Hada de los Girasoles (con consejos para mejorar la salud financiera y emocional de la familia). Es socia fundadora de la Asociación Española de Psicología Perinatal.
Madre de cinco hijos, dos de los cuales regresaron tempranamente a la luz.
Consulta
Buenos días:
Muchas gracias por tu atención. Ando un poco entre perdida y agobiada por la angustia de separación de mi bebe de 17 meses. Colechamos, porteo, trabajo media jornada, que es la que va a la guardería. El resto estamos siempre juntos. Pero me gusta cocinar su comida y a veces paso mucha angustia puesto que no se la puedo ni preparar porque en el momento siente que estoy en otra cosa no para de llorar. Gracias
Respuesta
Hola Elena. Soy Mónica Álvarez, psicóloga, terapeuta de pareja y familia, mamás de 3 niños y soy quien te va a contestar.
Como sabrás por tus lecturas, la ansiedad de separación es natural en un bebé de 17 meses. No se da en todos, pero si ocurre, entraría dentro de la normalidad. Quiere decir que es un bebé sano y conectado con sus necesidades.
El problema aquí lo tenemos las mamás que a veces nos sentimos tan demandadas que nos agobiamos. O que realmente somos tan demandadas que no podemos hacer “nada”. Podemos eliminar muchas costumbres de nuestras rutinas diarias para estar con nuestros bebés, pero hay labores, como hacer la comida, que son ineludible.
Habría que saber si esta demanda se da solamente en el momento de cocinar, o si se da siempre que intentas realizar otra acción que no sea estar con él.
Como decía hay niños más demandantes que otros. Y puede ocurrir que un niño que no lo era, de repente te requiera mucho más.
Esto podría ser por múltiples razones: que haya tenido alguna caída y se haya dado un susto; que haya tenido una pesadilla y se quede con malestar; que esté malito y tenga malestar físico; que le estén saliendo piezas dentales…
Solemos estar atentos a los primeros dientes, y a veces se nos pasa cuando salen las muelitas, los colmillos… Puede ser que él tenga esa molestia y no nos demos cuenta porque no tenga síntomas visibles pero él se encuentra mal y nos lo hace saber con su demanda. Que tenga cualquier otro tipo de malestar transitorio. A veces crecer simplemente es doloroso y ellos a esta edad se la pasan creciendo prácticamente todo el rato.
[pullquote]Si esta conducta sólo ocurre a la hora de la comida, podría ser porque sencillamente tiene hambre y no es capaz de aguantar el tiempo que tardas en prepararle su plato [/pullquote]
Si esta conducta sólo ocurre a la hora de la comida, podría ser porque sencillamente tiene hambre y no es capaz de aguantar el tiempo que tardas en prepararle su plato…
Soluciones no hay muchas, armarse de paciencia y aguantar el chaparrón porque tarde o temprano se pasa.
Las formas en que he podido mantener a raya la ansiedad de separación de mis hijos son:
- Ponérmelo en la mochila y tenerlo conmigo mientras cocino (sí, con el delantal colocado por encima del niño metido en la mochila). Yo no lo he probado, pero sé de mamás que con fular (y con mochila, mei tai, etc) se lo ponen en la posición de “espalda” mientras cocinan. Habría que ver y hacer pruebas, porque a lo mejor a la espalda tampoco le “mola”.
- Ponerle una silla lejos del fuego, para que vea. O cogido en brazos a ratitos. También con una silla en la que yo descanso una pierna mientras lo siento a él encima. Tratando todo el rato de mantenerlo alejado del fuego, cuchillos y demás elementos potencialmente peligrosos.
- Ponerle una silla en el fregadero, un delantal y cacharritos con agua para que juegue y esté entretenido mientras cocino.
- Tratar de cocinar todo lo posible cuando está mi marido en casa y lo puede sostener (de pie conmigo en la cocina) o estar con él jugando en el salón. Dejar para cuando estoy con él sola solamente el tener que calentar la comida.
Como te decía se trata de probar y ver qué trucos le pueden ir mejor a tu hijo en concreto.
A lo mejor las lectoras que están leyendo esto pueden compartir los suyos y podemos aprender todos también.
Un placer haberte respondido:
Mónica Álvarez
Hola Elena, en mi experiencia, cuando suceden esas cosas y las necesidades de mi hija están bien cubiertas, comienzo a preguntarme si hay algo que a mi me angustia, me duele, me genera profunda tristeza. En cuánto descubro lo que es y puedo protegerla contándole lo que me sucede, las cosas mejoran mucho. Un abrazo y mucho ánimo. Andrea
Hola Andrea!
muchas gracias por tu aporte! es cierto que muchas veces pasamos nuestra preocupación a los niños y ellos no saben gestionar las emociones igual que los adultos, por lo que se sienten superados.
Un abrazo y gracias por comentar!