Cuando fui a mis clases de preparación al parto, vi que había muchas mujeres que iban acompañadas por sus maridos (yo no tuve tanta suerte porque los horarios de mi marido no cuadraban con las clases).
Lo mismo cuando iba a mis controles de embarazo y las ecografías.
Allí había muchos padres implicados que querían disfrutar del momento de sentir a sus bebés más cerca (aunque todavía no hubieran nacido).
Sin embargo cuando empecé a acudir a los talleres de lactancia no había ni un hombre.
Un par de veces vino algún papá un día o dos, pero generalmente ya no volvía más, aunque su mujer estuviera allí todas las semanas.
Es algo que me llamaba la atención así que empecé a darle vueltas. ¿Por qué no vienen a los grupos de apoyo a la lactancia cuando el papel del padre es tan importante para que la lactancia funcione correctamente?
Así que he hecho mi propia investigación casera. No creas que he entrevistado a 500 hombres y he cotejado los resultados, pero sí llevo mucho tiempo preguntando a los hombres que conozco que son parejas de madres lactantes que acuden a los talleres de lactancia y creo que tengo bastantes claros los motivos.
No saben lo importante que es su papel
Tras leer muchas entrevistas a padres (mías y de muchas de mis alumnas) tengo claro que hay muchos hombres que NO saben que son muy importantes para que la lactancia funcione correctamente.
No son conscientes de que su apoyo es fundamental y de que pueden hacer muchísimas cosas que ayudan a que la mujer pueda dedicarse a su bebé y a su lactancia:
- limpiar y recoger
- cocinar y/o hacer la compra
- encargarse del hermano mayor
- gestionar a las visitas
- encargarse del teléfono (que cuando hay un recién nacido suena a todas horas)
- apoyar a la madre en su decisión de amamantar
- informarse sobre lactancia para conocer los mitos
- ayudarla a gestionar las críticas a la lactancia (que llegarán)
Se sienten incómodos
Hay hombres que no se sienten cómodos viendo a otras mujeres dando el pecho. No quieren incomodar a las madres que están allí con las tetas al aire, no saben dónde mirar y al final acaban ellos sintiéndose mal.
Si nuestra sociedad entendiera que los pechos están diseñados para amamantar y que su función erótico-festiva es secundaria (y muy divertida, pero secundaria), esta situación ocurriría menos veces.
Pero de momento esto es lo que hay, hay hombres que están incómodos en una sala llena de mujeres con la teta fuera.
La normalización de la lactancia en público es necesaria para que la sociedad vaya aceptando como habitual lo que es normal: dar el pecho a nuestros hijos cuando y donde ellos quieran.
Piensan que molestan
O que su opinión no importa porque allí sólo hablan las mujeres (y esto es raro porque ya sabemos que los hombres están muy acostumbrados a dar su opinión allá donde van) pero imagino que en un grupo de apoyo se sienten en inferioridad numérica o piensan que no pueden aportar nada interesante a la conversación.
En realidad cualquier persona puede hablar en un Grupo de apoyo, porque se trata de eso, de apoyar al resto hablando y compartiendo nuestra propia experiencia.
Creen que la lactancia es cosa de las mujeres
Algunos hombres no entienden que la lactancia materna es un tema de salud y pertenece a toda la familia, otros directamente se desentienden del tema (y algunos con mucha cara, todo hay que decirlo) porque el pecho sólo lo puede dar la mujer y para ellos dar el pecho lleva consigo todo lo demás: cambiar pañal, dormir al bebé, sacarlo a pasear, llevarlo al médico, bañarlo, etc.
Otros consideran que deben enfocar sus esfuerzos a otras cosas porque su mujer ya sabe lo que hay que hacer para dar el pecho y no se dan cuenta que esa madre puede tener momentos de flaqueza, dudas o crisis existenciales que requieran un hombro en el que apoyarse.
Creo que es importante hacer partícipes a los padres de todos los temas de sus hijos, incluido el de la lactancia materna, porque un padre consciente que apoya a su mujer en su decisión de amamantar, que conoce los mitos relacionados con la lactancia y ayuda a su pareja a superar los baches es el padre que necesitamos para nuestros hijos.
Los hombres no tienen pechos, no amamantan, todos en el grupo son mujeres, y encima con la teta fuera. Entiendo que no vengan, especialmente los que no pueden evitar fantasías morbosas. A mi personalmente me parece bien que no vengan. Necesitamos empoderamiento femenino y no nos ayuda que los hombres se metan en todas las facetas de nuestras vidas, y que del su opinión en todo para hacerla prevalecer. La lactancia es algo entre una madre y su bebé, y ambos deciden. El padre puede dar su apoyo a la la lactancia con todo lo que dices, sin tener que acudir a sesiones.
Entiendo lo que dices, sin embargo yo creo que la lactancia también incluye (o debería incluir) a los padres porque ¡es tan importante que estén informados para poder apoyar a las mamás!
Soy hombre y entiendo lo que piensas, pero también estoy de acuerdo con Pilar. Pero un padre bien informado sobre la lactancia, y no solo en el aspecto teórico, sino en el práctico puede estar concienciado y motivado y apoyar plenamente a su pareja y a toda la mujer que amamanta a su hijo.
Es una pregunta interesante, desde luego.
Empezando por el principio del post, daría para un artículo aparte el tema de los cursos de preparación al parto y la implicación del padre. Yo fui a todas y cada una de las clases, a pesar de que mi mujer tenía derecho a horas libres en el trabajo para acudir y yo no, pero estirando un poco la flexibilidad de mi empresa conseguía llegar a tiempo. Es obvio que la que da a luz es la mujer, pero si desde el primer momento ya ponemos dificultades para que los hombres sean partícipes de la crianza, no vamos muy bien encaminados hacia la igualdad en este ámbito.
Durante el embarazo y ya con la bebé en brazos también, acudimos varias veces a grupos de apoyo a la lactancia. Y siempre he considerado que yo iba como un participante más, no en calidad de “acompañante” de mi mujer. Yo entiendo que la igualdad y el reparto de tareas deben radicar en algo impepinable, como es el hecho de que vosotras parís y dais el pecho y nosotros no. Pero a partir de ahí, como bien dices, hay decenas de cosas que el padre puede hacer para apoyar y facilitar la lactancia. Es cierto que con la poca cultura del pecho que tenemos en España, el comienzo puede dar un poco de “vergüenza” si es uno pudoroso; no estamos acostumbrados a ver madres dando el pecho, está claro. Pero yo no puedo decir que me sintiera fuera de lugar en ningún momento, y aunque había menos padres que madres, muchos participaron también con dudas o aportando su experiencia.
Por último, me llama la atención el comentario de Motherofthelamb. Desde luego tiene que llenar de orgullo a una mujer ser la que da la vida a su hijo pariéndolo, la que lo alimenta y lo protege dándole el pecho. Son cosas que los hombres solo podremos envidiar y compartir estando a vuestro lado. Pero no comparto la idea de que la lactancia sea una “faceta de vuestra vida” en la que nosotros no debamos entrometernos. Mientras mi mujer, que también es alumna tuya, Pilar, preparaba las entrevistas a otros papás, me daba pena comprobar lo alejados que muchos se sentían de las lactancias de sus mujeres; para mí, la lactancia de mi hija es una faceta de nuestra vida en familia, un regalo que su mamá le hace, pero un regalo en el que me gustaría pensar que he podido aportar algo, aunque sea el papel y el lazo para envolverlo.
Me encanta leerte Enrique! porque así es como creo que los padres deberían ser partícipes de la lactancia de sus hijos…sin sentirse fuera de lugar porque no lo están.
Dices que te gustaría pensar que has podido aportar algo en la lactancia de tu hija y yo estoy segura de que lo has hecho.
Un abrazo!
Genial Enrique Says, me encanto tu comentario, ójala más hombres pensaran así.
Por otro lado, creo que hay hombres que piensan que aprovechamos nuestras reuniones para hacer akelarres, jeje, es broma. A los que yo conozco les puede la vergüenza y el creer que es cosa de mama-bebe.
Mi marido me acompaña cuando puede al grupo de lactancia, siempre me apoya y es el que me anima a ir, cuando tiene dudas también pregunta; si es cierto que por ejemplo a un taller de pañales de tela que fuimos había varias madres dando pecho ( yo aún estaba embarazada) y varios hombres que había allí se sentían incómodos, cosa que no entiendo por qué es lo más natural del mundo.
¡Bien por tu marido!!
Y sí…hay hombres que se sienten muy incómodos viendo a otras mujeres dando el pecho. Todo forma parte de la cultura con la que nos han educado…pero bueno, poco a poco hay que ir cambiando las cosas (o al menos seguir intentándolo).
Un abrazo!
Esta mañana en el parque me he encontrado con un papi que me contaba orgulloso “mi hija tomó pecho hasta los 2 años y medio, me he leído un montón de libros, le pasaba resúmenes a mi mujer porque ella trabajaba más horas que yo” Una anécdota a caso de éste artículo. Un beso PROF
Me encanta Marcia,
cuando me encuentro padres así de orgullosos, con ese brillo en los ojos cuando te hablan de sus hijos a mi me encanta!!!
Un besazo!
Un hecho muy importante es que los hombres empiezan a trabajar a los 15 dias y Normalmente las reunions de lactancia són por la maňana o primera hora de la tarde. Eso impide ir a la mayoria de hombres que a esas horas trabajas .
Y muchos tambien por la verguenza comentada.
A mi me ayuda mucho mi pareja que me acompaño los primeros dias a las reunion’és, los dos aprendimos mucho.
Tienes razón Natalia,
con las políticas de conciliación que tenemos, es muy difícil que los horarios cuadren.
Un abrazo y gracias por el apunte!
Algunos porque nos hacen sentir que molestamos.
Hay frases que no nos hacen sentir bienvenidos o que nuestras aportaciones sean bien recibidas, frases cargadas de prejuicios como “y esto es raro porque ya sabemos que los hombres están muy acostumbrados a dar su opinión allá donde van”.
Por lo demás, enhorabuena por el artículo y por intentar concienciar de la importancia de que los padres también apoyemos la lactancia.
Vaya, siento si te he molestado con mi post, pero es la verdad.
Se ha demostrado que los hombres tienen más predisposición a dar su opinión sobre cualquier tema porque están acostumbrados a que se les escuche, sin embargo las mujeres tendemos a callar más lo que pensamos por si acaso.
Un abrazo!
Pues el papá de mi bichilla sí que vino al grupo de crianza todas las sesiones que pudo mientras duró la baja de paternidad.Luego, con el trabajo, ya fue imposible, por el horario. Y es verdad que había pocos hombres pero vamos,lo de ver tetas ajenas (éramos un grupo de unas 20 mujeres recién paridas todas) no creo que sea una distracción en estos casos, porque el mío bien que se preocupaba por corregirme la postura, por lo que me dolió el inicio de la lactancia, y por enterarse de todo lo que nos explicaban para no meter la pata en casa. Sobre todo, salía mucho más tranquilo y sin miedo a esos tópicos de que la leche no alimenta, de que no podemos saber cuánto ha comido la niña…
¡Muchas gracias, Pilar, guapa!. El artículo, genial, como siempre. A ver si empezamos a notar más presencia masculina en los grupos de lactancia. ¡Un beso enorme!
Pues el mío no fue a ni una,primero porque trabajaba y segundo porque ni siquiera yo me planteaba que pudiera ir,si se lo hubiera pedido sé que hubiera ido.Pero las cosas como son,a mi me encantaba ir a estas reuniones con el resto de mujeres y comprobar que era igual de novata e incomprendida que las demás y desahogarme,era como un momento íntimo con gente desconocida. Mi marido no supo apoyarme con el tema de la lactancia,no porque pasara del tema,si no porque no tenía ni pajolera idea de qué hacer,él también era novato y pensaba que yo era la que sabía todo,el me apoyaba a su manera, pero no era suficiente para mí.Como has comentado, antes de dar a luz todos están muy presentes, pero cuando el bebé viene y te pilla todo de sopetón, eso es otra cosa,parece q ellos te apoyan pero no deja de ser cosa de mujeres (la.lactancia me refiero)que en cierto modo lo es, pero ellos tampoco saben muy bien qué hacer,es cierto que se pueden informar sobre el tema, pero no nos engañemos, no lo hacen, (sé que hay otros que lo hacen como hemos podido comprobar en los comentarios)todo lo que mi marido sabe es por mí y por la experiencia que hemos vivido con nuestra hija. Creo que es un tema en el que se debería involucrar más al hombre antes del nacimiento,en las clases de preparación al parto en las que todos vamos tan ilusionados deberían tratarse estos temas con más profundidad, porque entre el cóctel de hormonas que nos recorre el cuerpo y la inseguridad que ya de por sí supone ser primerizos, parece que lo único es el bebé y los papás también tenemos que cuidar el uno del otro.
Me encanta conocer que existen farmacéuticas que apoyan y educan en lactancia materna. Pensaba que la industria farmacéutica y por consiguiente los profesionales que venden productos farmacéuticos y por tanto leche de vaca adaptada a bebés no podrían fomentar la lactancia materna de la forma que tu lo haces. Gracias.
Hola!! . No me gusta mucho indagar tanto en la psicologia. La vida no es tan complicada si se vive desde los valores universales
La vida se enfrenta desde todo punto de vista desde los valores.
Tambien para criar y educar hijos y llevar adelante una familia.
Tenemos con mi esposo 7 hijos, no se cuanto me hubiera acompañado el padre de mis hijos , a un GALM si lo hubiera habido cuando criamos los hijos.
Pero se que amo y ama su familia desde sus valores. Y aunque nunca fue a un GALM hizo lo que debia hacer, para amarnos y cuidarnos
.
Y lo hizo desde la:
La honradez, una de las mayores virtudes del ser humano pues incluye la confianza que se le puede tener a esa persona en todo ámbito de la vida
.
La bondad, que se entiende como el valor supremo de la conducta humana. Gandhi es en este sentido, el ejemplo más claro que podemos encontrar a lo largo de toda la Historia.
La solidaridad, la cooperación para con otras personas es clave para que todos juntos podamos lograr los objetivos y mejorar día a día
.
La libertad, uno de los “tesoros” que no podemos perder los seres humanos, poder decidir por nosotros mismos, tener la posibilidad de optar en todos los aspectos de nuestra vida.
El respeto, reconociendo así la dignidad y los derechos de todas las personas
.
El amor, la fuerza de la unión y la armonía que nos permite sentirnos seguros de nosotros mismos entre una gran cantidad de sensaciones más que nos despierta. Hay que aclarar que no es exclusivo para el amor hacia una pareja, sino que aquí se integra el amor en el sentido más amplio de la palabra.
La tolerancia, tener la capacidad de escuchar a los demás y respetar sus opiniones.
La paz, que nos garantiza la armonía a todos los seres humanos.
La responsabilidad, teniendo capacidad de asumir tareas y compromisos cumpliendo con ellos.
Los valores determinan nuestras actitudes.
He coordinado grupos de apoyo a la lactancia desde hace 14 años. Y trabajo voluntariamente hace mas de 23 años por la lactancia materna.
Van pocos padres. Es verdad.
Si esos padres practican todos estos valores , creen en ellos, toman conciencia de cuanto ayudan para educar y criar hijos. los padres pueden o no concurrir a un grupo de apoyo, pero van a apoyar desde su vida de valores, solo eso necesitan, para que las mujeres madres y sus bebes tengan bienestar.
Pero…. a veces no lo saben!!
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Ahora que veo este post, recuerdo que mi chico me preguntó si iban padres y si podría ir él también. En primer lugar, con la baja paternal que tuvo, sólo podría haber ido a un par de veces pero como no iba ningún padre pensó que lo mismo “cortaba el rollo” en las reuniones. Así que siempre me preguntaba para que le contara.
Nosotros acabamos de tener una nena y esta semana iremos al primer taller de lactancia. Yo soy el padre. Todo lo que se dice en el post es bastante interesante. Nunca está de más informarse, pero, eso sí, a priori considero que el hombre no necesita un taller para saber cómo realizar todas las actividades necesarias para ayudar en la lactancia y que el hecho de realizarlas en paralelo, mientras el bebé mama, no lo hace peor padre. Es bonito compartir la lactancia, sí, pero el hombre poco puede hacer salvo dar cariño a no ser que sea con biberón. En cambio, si aprovecha para sacar tiempo, eso va en beneficio de la pareja. En mi opinión, un niño no necesita 24 horas de atención por parte de los dos a la vez porque significaría anularse como personas y el bebé también los requiere contentos. Lo que quiero decir con todo esto es que el padre tiene derecho a poder leerse un libro durante las dos horas que dura el taller sin sentirse culpable por ello. Quizá el mismo libro que la madre lea mientras él intenta dormir al bebé unas horas después.
Yo aterrizo en esta página porque, yendo con mi mujer muy ilusionado al grupo de apoyo a la lactancia, me dicen en la puerta que las parejas (hombres entiendo) no pueden entrar. Esto en el centro de salud de mi municipio. Lo triste es que probablemente sea por deseo de las madres, no decisión de la Administración. No encaja con una sociedad moderna donde la mujer quiere compaginar trabajo y crianza, y donde el hombre tiene un rol mas activo durante los primeros años de vida de los bebés…