Mi hijo de dos años pega

Hoy es viernes así que toca publicar una nueva consulta que será respondida por una de mis colaboradoras expertas.

Las consultas se reciben por correo electrónico (maternidadcontinuum@gmail.com) y se van respondiendo por orden de llegada. Debido al volumen de preguntas que recibo, a veces tardamos bastante en responder, así que desde ya, pido disculpas por el retraso.

NOTA: si tu consulta es de sueño infantil, puedes revisar el post con las mejores consultas de sueño infantil respondidas por las expertas de Maternidad Continuum

Hoy responde la Consulta Ruth Giménez (mi querida socia en EDULACTA jeje) y así se presenta ella misma:

Soy Ruth Giménez Martín, madre de tres hijos que han venido a iluminar mi vida. Además soy psicóloga, consultora certificada en lactancia materna (IBCLC), educadora de masaje infantil (IAIM_AEMI), y doula.

A raiz de mi maternidad encontré el sentido a mi carrera, la psicología perinatal, y descubrí mis pasiones, la lactancia y todo lo relacionado con el acompañamiento en la maternidad.

Co-directora del Programa de Educación en Lactancia Materna EDULACTA que es un referente absoluto en formación sobre lactancia.

Consulta

Gracias por resolver mi consulta.

Estoy preocupada por el comportamiento  de mi hijo de un año y 2 meses  mi duda es que es muy pegón con mi sobrino de la misma edad yo lo corrijo, le hablo pero sigue con ese comportamiento. No sé si su comportamiento  se deba a que su papá no viva con nosotros siento que se frustra y no sabe como desahogarse y lo hace pegando, no sé si sea muy pequeño  para llevarlo  a un psicólogo infantil , le agradecería resolviera mis dudas y me diga algunos consejos de cómo hacer que mi hijo sea más pasivo y pueda desahogarse sin llegar a los golpes.

Respuesta

Lo primero de todo gracias a ti por la consulta, la agresividad y la ira en los niños es un tema que preocupa mucho a los padres así que la respuesta puede ser útil para otras familias.

Es importante saber que el comportamiento agresivo de un niño pequeño es parte de su desarrollo normal. Un niño enfadado es un niño feliz y sano.

Todavía están desarrollando sus habilidades lingüísticas, no dominan el lenguaje para explicar lo que les ocurre, tienen poca tolerancia a la frustración y por eso pasan a la acción, reaccionan físicamente (lloros, gritos, rabietas, mordiscos, golpes…).

[pullquote]los enfados hay que dejarlos salir para que puedan extinguirse[/pullquote]

La ira es una emoción básica en el ser humano, adaptativa, por tanto es importante desarrollarla y sobre todo saber gestionarla. No hay que reprimirla, los enfados hay que dejarlos salir para que puedan extinguirse. Lo que ocurre es que a los niños hay que acompañarlos para aprender a reaccionar ante estímulos adversos de forma conveniente y puesto que somos su referente, debemos ser ejemplo de nuestros pequeños.

Hay múltiples factores que pueden influir en la respuesta agresiva de nuestros niños, pero sin duda una de las más importantes es el entorno familiar y doméstico, esto debemos tenerlo en cuenta si el niño está viviendo situaciones complicadas como una separación o divorcio de sus padres, la llegada de un hermanito, mudanza, comienzo de la escuela infantil, un hogar con una dinámica negativa o métodos educativos no adecuados.

Como a veces somos los adultos los primeros que no sabemos gestionar la ira de forma adecuada y teniendo en cuenta que nosotros somos su mayor referente de conducta, para prevenir comportamientos agresivos es muy importante predicar con el ejemplo y prestar especial atención a no reaccionar con agresividad ante situaciones frustrantes.

• No debemos actuar de forma indiferente, hay que actuar y hablar con él para que entienda que pegar o cualquier tipo de respuesta agresiva dirigida a otra persona no es adecuado.
• Que pueda entender que para mostrar el enfado hay otras alternativas más adaptativas, puede desahogar su energía con otros métodos, o simplemente hablando y expresando su enfado.
• Normalizar el cómo se siente. Debemos ser capaces de hacerle ver que lo que siente no es nada extraño, que todos nos sentimos así alguna vez mediante frases como  “yo a veces también me pongo triste o me enfado”.

[Tweet “No debemos tomar la ira de nuestros hijos como algo personal”]

Recordemos que nuestros hijos son todavía muy pequeños, no debemos tomarnos su ira como un ataque personal, no nos posicionemos ante ellos de igual a igual ni nos dejemos llevar por nuestros propios miedos, al fin y al cabo con estas reacciones ellos tratan de buscar su lugar en el mundo.

Si nos ocupamos de acompañarlos con paciencia y creatividad, lo más probable es que estas conductas tarde o temprano desaparezcan.

Gracias!!!!!

Ruth Giménez Martín.