Si hay algo que nos une a todas las mujeres de los países occidentales que damos o queremos dar pecho es que en algún momento nos hemos sentido inseguras sobre nuestra capacidad de amamantar a nuestros hijos.
Esto es algo que no les pasa al resto de mamíferos porque las mamás vacas, gatas, perritas o conejas simplemente se tumban y dejan que sus bebés mamen a voluntad.
Hoy he preparado un vídeo para intentar descubrir los motivos que nos hacen tan inseguras ¡y tiene una sorpresa al final del vídeo!
Pues yo creo que dudamos por dos cosas:
1) Porque conocemos a nuestro alrededor a mamas que aunque han hecho hasta el pino puente para conseguirlo,incluido pasarse dos meses con el bebé literalmente pegado al pecho, y no han conseguido lactancia materna exclusiva. O si lo han “conseguido” ha sido teniendo bebés que no crecen o engordan al ritmo de su constitución natural y crecen pequeños.
2) Porque no se dice la verdad sobre el amamantamiento. Opino que hay que decirle a las mamas que dando el pecho, es probable que:
-tengan que dar tomas más frecuentes que si dan biberón, y no solo es porque la leche materna se digiera antes, sino que los estudios muestran que los bebés de pecho hacen tomas más pequeñas por lo general, pero más frecuentes. Esto puede suponer que te pases con el peque al pecho todo el día y no puedas hacer nada más, incluido atender otros hijos o personas.
– es más probable que sus bebés duerman peor. ¿Por qué si no muchísimas mamás que dan el pecho colechan?
– los bebés amamantados suelen ser más delgados o pequeños que los de biberón, suelen engordan a otro ritmo
– Es posible que si solo le das pecho, cueste mucho que acepte alguna tetina posteriormente, y hay ocasiones en que es necesario o conveniente.
Por supuesto todo esto de manera general, de hecho yo he dado pecho a mis tres hijos un año aprox a cada uno, y no todo esto se ha cumplido. Yo he tenido la suerte de que espaciaban bastante las tomas y eran gorditos y grandes, pero sí he tenido otros temas. Aun así mi experiencia ha sido muy favorable, pero veo a mi alrededor que no siempre es así.
En resumen, pienso que si las mamás saben de antes qué es probable que se encuentren amamantando, luego no se sorprenderán o frustrarán e irán preparadas mentalmente para ello. Pero si no te dicen todo esto, y te encuentras de sopetón a un bebé que, estando permanentemente enganchado a la teta, no coge peso, la frustración y preocupación están servidas. De ahí a ir a la farmacia a por un biberón hay un paso.
También hay que tener en cuenta que a través de la leche pasan también emociones y frustraciones de esa Mama! Yo creo que el no cojer el peso adecuado tiene que ver con una desarmonía emocional-psicológica-y física de la madre!! Totalmente normal debido al agotamiento, miedos y frustraciones a las que estamos expuestas diariamente las mamás! Por eso es tan importante enfermarse y buscar apoyo y sostén!!!
Quise poner informarse y buscar apoyo y sostén Jajajs no enfermarse jahah
Guau!! gracias Emma por este gran comentario (casi, casi podría servir como un post jaja).
La verdad es que no creo que no se diga la verdad sobre el amamantamiento…osea, no es que nadie quiera mentir a las madres, es más bien que NO conocemos cómo funciona la lactancia porque no estamos acostumbradas a verla en nuestro entorno.
Un besazo!!
¡Gracias por vuestras respuestas! Coincido contigo en que como no hemos vivido desde pequeñas el amamantamiento, no conocemos cómo funciona. De ahí que cuando llega el bebé y se pasa el día al pecho, pues te preocupas. Y si ya coge poco peso, o no pega ojo y está también toda la noche al pecho, ni te cuento.
Ya te digo que no ha sido mi experiencia, pero sí lo he visto en muchos casos cercanos y entiendo sus preocupaciones! Yo me considero afortunada en este sentido porque mis hijos me han dado lactancias muy “fáciles”.
Por suerte la lactancia está cada vez más extendida y las mamas verán que el que los bebés de teta coman cada poco tiempo es de lo más habitual.
¡Un beso, y enhorabuena por el blog!
Felicidades por estos 7 años, y que sean mucho más que otros 7 porque tienes un blog genial 🙂
Millones de gracias!!!
Espero durar al menos otros 7 años 😉
Felicidades! Qué video tan agradable!!! Besos
Graciasssss!
Un besazo
Los comentarios anteriores me han recordado a una cosa que se dice mucho y que para mi es una manera de no decirle la verdad a las madres: que la lactancia no estropea el pecho, que es el embarazo. Eso sí que sí no tiene por dónde sostenerse, cómo no se va a resentir un pecho de llenarse y vaciarse varias veces al día durante meses o años! Yo al menos no conozco a ni una madre que haya dado teta y que no diga que el pecho le ha quedado fatal (yo incluida, son dos pasas ahora mismo después de años de lactancia)
Yo soy más partidaria de decir la verdad, que en general el pecho se estropea mucho, pero que compensa y con creces.
Pero decir que no se estropea…¡eso no cuela! 🙂
Gracias por tus posts, soy una gran seguidora!
Un beso
Genial!!!Un resumen perfecto de todo lo que intuía y pensaba. Gracias
Hace 6 años utilicé la coletilla “si puedo”. Desconocía totalmente el mundo de la lactancia y la crianza, solo sabía lo que quería (dar pecho y criar de la mejor forma posible) pero, y en esto discrepo con Pilar, el éxito de la lactancia no depende al 100% de la mujer y es lo que nos diferencia de los animales que, por otro lado, no me parece una comparación acertada. Me voy a poner de ejemplo: primera lactancia con pequeñas grietas y mastitis pero con éxito 3 años, 9 meses y 17 días. Mi primer bebé abría la boca mucho, no apretaba la mandíbula, ni succionaba con fuerza, podía amamantar en cualquier postura o haciendo muchas otras cosas a la vez. Todo lo contrario que mi segundo bebé, antes de cumplir la semana de nacer, pezones y boca del bebé con sangre en cada toma. Con toda la experiencia que tenía, me parecía increíble lo que me estaba pasando. Si mi segunda lactancia hubiera sido la primera lo hubiera dejado. Era insoportable el dolor. Por suerte, conocía de la anterior a asesoras de lactancia que revisaron mi caso y me ayudaron con la boquita y la postura. Ha pasado un año y, cuando le está saliendo algún diente o está nervioso, sigue apretando y succionando con fuerza.